⟨Sunoo quiso callarlo con un beso, estaba seguro que su Ni-ki no se iría, no iba a dejarlo ¿O si?.⟩
Dónde Sunoo pierde a su ser amado, Ni-ki, y SungHoon regresa para consolarlo y ayudarlo a seguir adelante.
Le ofrecerá un trabajo muy fácil, pero deb...
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No iba a mentir, aquella salida con su grupo de amigos le había hecho sentir mucho mejor, les agradecía profundamente por entibiar y animar su triste ser, sobre todo a SungHoon, por estar con él y tratar de hacerlo sonreír pese a las circunstancias.
Era 25 de Diciembre, ya habían pasado diez días desde el accidente y una semana desde el entierro. Cada vez que se imagina lo sucedido, según lo que le contaron las enfermeras y lo que decían las noticias, se le quitan todas las ganas de hacer algo, y hasta llega a derramar algunas lágrimas.
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El rubio aún tenía un par de cosas que arreglar antes de ir a casa por sus maletas, por lo que rentó un chófer (taxista) para que le sea más fácil ir y volver.
—Buen día, ¿usted es el joven Nishimura Riki? –Dijo el señor dentro del auto, leyendo un papelito que sostenía en su mano derecha.
—Buen día, si, soy yo, usted debe ser el señor Kang, ¿Noesasí?– El señor asintió con una sonrisa, HanBin tenía razón, el abuelo era muy agradable, fue lo que pensó el extranjero mientras subía al vehículo de color amarillo brillante.
El menor le dijo al señor Kang los lugares a los que tendrían que ir, incluyendo su hogar, para despedirse de su esposo y de paso, llevar sus maletas consigo hasta el aeropuerto.
Pese a no saber relacionarse con las personas mayores, ese abuelito era muy conversador, y eso no incomodaba en absoluto al Japonés.
—Según lo que me dijo mi amigo, usted ya lleva más de veinte años como taxista, debe gustarle mucho andar en su auto y pasear por las grandes calles de Seúl– El de mayor edad sonrió, haciendo que sus ojos desaparecieran detrás de esa piel un poco tostada por el sol y las arrugas al rededor de los párpados que lo hacían ver tierno.
—Es cierto, hace casi seis años quise jubilarme, pero me dí cuenta que éste es mi pasatiempo, y es mucho mejor pasear y observar la belleza de la ciudad, que quedarme en mi casa, sentado en un sofá, mirando televisión hasta quedarme dormido. Ahora sólo espero llegar hasta la línea de meta, mi esposa está esperándome ahí..–Un silencio se formó dentro del auto.
