Celos
Obsesión
Amor
Tres sentimientos juntos invadían en ella, solo quería tener su pequeño sol, solo para ella, solo quería su calor, su amor, todo de él, y ésta vez será posible
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—Oh- ¡Hola!—
Un niño pequeño de no más de 8 años se acercaba saludando a una pequeña niña quien no parecía tener expresión alguna, aquel chico tenía una vestimenta casual, pues no estaban en tiempo de invierno, la chica tenía un kimono de color rosa, y no parecía estar interesada en hablar con aquel chico
Aquella chica no respondía, solamente se quedaba mirando sin ninguna expresión
—¿Hola? ¿Estás bien?— preguntó el chico tomándola de sus manos
Al sentir la calidez del chico, le sorprendió tanto que alejó las manos del niño
—Dime ¿Quieres jugar?— preguntó sonriente
Aquel niño se preocupó un poco por la acción de la chica
Aún sin recibir respuesta, aquel chico estaba lleno de energía, sin más, volvió a tomar la mano de la chica para así comenzar
El chico le había explicado como hacerlo y ella siguió las instrucciones que le había explicado, ambos parecía que realmente se divertían
[ • • • ]
—Lo siento mucho, me tengo que ir— habló el chico un poco cansado
—N-no... Hay p-problema...—respondió ella con un poco de decepción
Dicho esto, el chico se alegró y la abrazó sin contenerse, era la primera vez que había sentido unos brazos realmente tan cálidos, y tan amables, por un momento... Ella pudo sonreír... correspondió sin problema, parecía que no quería soltarlo
—¡Es verdad... No sé cual es tu nombre! ¡Yo soy Tanjiro!— decía aquel aún abrazando la chica
—Y-yo soy... K-kanao...— decía avergonzada sin soltar al chico
Ambos niños seguían abrazados, Tanjiro sentía que el abrazo estaba durando demasiado, ya tenía prisa en irse, pero no podía soltar a aquella chica, si ella quería seguir así, tal vez podrían durar un poco más, solo se quedaría un poco más, Tanjiro abrazó con más fuerza a Kanao, haciendo que ella también lo haga, incluso más fuerte que el, Tanjiro sintió la fuerza de Kanao y comenzó y parecía que le estaba quitando el aire
—Kanao-chan, es hora de irnos—
Kanao rápidamente se alejó del niño y fue con ella, Tanjiro sabía que también tenía que irse y solamente quiso despedirse gritando su nombre
—¡Kanao! ¡Espero que nos volvamos a ver, gracias por jugar conmigo!— gritó el chico moviendo su mano en señal de despedida
Kanao volteó nuevamente, el brillo en sus ojos parece que estaba volviendo, su corazón comenzaba a latir más fuerte, sentía un poco de nervios e incluso sentía que le estaba ardiendo la cara
