CAPÍTULO 8

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Lucca

¿Lo recuerdas?

La tengo encima de mi mientras un manto de cabello cubre la cama del lado donde ella mueve la cabeza.Se mueve encima de mi mientras la penetro suave pero intenso y ella gime dejando pequeños besos en mi cuello.Ella tiene el mando,pero me lo está dejando a mi.

De repente se levanta dejándome verla en su esplendor,sube y baja y sus senos ni pequeños ni grandes,simplemente perfectos rebotan encima de mi,y sus labios se abren suavemente en un gemido ahogado que me provocan a llegar al orgasmo.

Se sigue moviendo y yo ya no puedo mas.La volteo y ahora soy yo quien está encima de ella,la penetro fuerte y por un instante me da miedo lastimarla pero cuando veo que gime toda preocupación se borra y da paso al puro placer.

-¡¡Lucca!!-Grita llegando a su tercer orgasmo de la noche.

-Eso es Astrid,córrete para mi nena...

Me despierto sudando,excitado y con la verga dura.Y esta vez no es solo rutina mañanera.Ese endemoniado zafiro anoche me dejo duro como una piedra,molesto y pensando una y otra vez en ella.

Pero es solo es cuestión de tiempo para que los sueños se hagan la más pura y exquisita realidad.

Ayer la dejé sola en la piscina,la estupida niñata se bañaba desnuda a la vista de todos mis hombres y aún tiene ovarios para retarme.Su osadía y altanería me irritan.Pero más lo hace mi reacción a ella.

Hay cosas que nunca cambian.

Me doy un baño de agua fría pero ¡¡maldita sea!! No es suficiente y me rehuso a que el Capo de Italia,el gran Lucca D'Angelo tenga que jalársela en el baño por no poder ir a follarse en estos momentos a esa puta rubia.Se que no es rubia,de hecho que tenga el pelo blanco me llama demasiado la atención y me encanta.Pero si decirle rubia la hace rabiar pues será rubia por lo que queda de vida.

Termino mi inútil ducha ya que no a resuelto mi problema.Me visto con un pantalón de mezclilla y una polera ancha y negra.Un par de zapatos deportivos y me coloco perfume a la vez que desordeno mi cabello.Siempre ando de traje pero hoy es un día informar y caminar por Sicilia en traje,el día de hoy no me apetece.Cojo mis dos armas y las coloco en la parte trasera de mi pantalón cubriéndolas con la polera.

Bajo las escaleras encontrándome a la causa de todos mis problemas,incluido el de mi pantalón, lleva un vestido de tirantes de cuero que se ajusta perfectamente a su cuerpo y por un instante me falta la respiración y estoy tentado de llevarla a la habitación y encerrarla en ella hasta que me sacie.Pero no puedo y eso jode mas.

—¿Estás lista zafiro?—Pregunto llegando a su lado.

—¿Lista para que?¿Para recoger mi moto?Por supuesto que si.—Dice emocionada y de cierta forma eso me saca una pequeña sonrisa.

—Bien, vámonos que ya es hora.

Salimos de la mansión y hago que suba delante de mi a mi auto,esta vez le abro la puerta solo por el hecho de deleitarme con su hermoso trasero cuando sube.Es alta pero aún así le cuesta subirse y eso hace que sus perfectas curvas se noten un poco más.Logra subirse y yo cierro la puerta dando la vuelta al auto para entrar en el asiento de piloto y me dirijo hacia mi destino.

—¿Puedo poner música?—Pregunta bajito casi en un susurro.

—Claro.—Respondo y veo cómo enciende la radio.

Por supuesto tenía que ser Dua Lipa.¡¡Por Dios!!
Extiendo la mano cambiando el canal y poniendo música de un estilo mucho mejor.

<<Puedes poner música,no esa atrocidad en mi auto.¿Acaso no tienes gusto?-Pregunto exasperado.

Perversa Traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora