Por una Sonrisa [Incompleta]

8~ Medio tiempo de Philza

Wilbur sonrió a su padre.

El día anterior habían dejado a su madre en el aeropuerto, despidiéndose de ella con muchas sonrisas, abrazos y lágrimas. Y aunque Philza estaba claramente entristecido por la partida de su esposa, parecía que la visita de Mumza había recargado sus baterías de alegría.

¿Un resumen? Su padre irradiaba alegría casi al nivel de Tommy, que era decir algo.

También fue algo asombroso ver cuando eran las 7 de la mañana y el sol apenas comenzaba a verse en el cielo.

"Esos niños van a tener un día increíble si realmente te mantienes tan feliz, papá, es posible que comiences a saltar por las paredes de lo feliz que estás", comentó Wilbur mientras tomaba un sorbo de café.

Phil se rió. "Espero que la persona que fue mi reemplazo los cuidara bien, y hablando de él, o de ella, o de ellos... Todavía tengo que preguntarle a mi jefe si me puede dar el nombre del reemplazo; no lo hizo cuando me avisó del cambio".

Wilbur sonrió levemente detrás de su taza y fingió confusión. "¿Por qué quieres su nombre?"

"¡Para poder agradecerles por supuesto! La persona que trabajó esa semana básicamente habrá hecho el doble de trabajo que yo hago normalmente y también sin paga".

"¿Y crees que él, ella o ellos lo hicieron por ti?" Preguntó Wilbur.

"¿Qué?" Phil lo miró confundido. En ese momento apareció Techno, parpadeando adormilado mientras bajaba las escaleras. Tanto Phil como el propio Wilbur se volvieron para mirarlo.

Wilbur asintió con la cabeza en señal de saludo y se volvió de nuevo para responder a Phil. "Quiero decir, también podría ser una persona que quisiera hacer una buena acción al azar o algo así, pero cuando dices que quieres agradecerles, parece que esa persona lo hizo solo por ti, cómo... ¿Estás seguro de que esta persona siquiera te conoce o algo?"

"Yo..." Phil se sentó lentamente, sorprendido. "Realmente no había pensado en esa posibilidad"

"No pienses tanto en eso papá, solo agradece al destino y ya está", Wilbur se levantó, pasó por al lado de Techno y rápidamente le entregó a su padre un manojo de llaves y su bolsa de trabajo. "Ahora vete, si no sales ahora llegarás tarde al trabajo".

"¡Cierto, gracias! Adiós chicos, los amo ¡No olviden sacar la basura!"

Techno respondió con un quejido, claramente teniendo sueño en su sistema, y ​​Wilbur respondió con una sonrisa. En cuanto se cerró la puerta, Wilbur suspiró y se rió, ignorando la mirada de extrañeza que le estaba dando Techno.

Oh, cuánto deseaba que su padre volviera a casa del trabajo más rápido.

.....................

Philza estaba teniendo un buen día.

Había tenido una buena semana, un buen día y un buen viaje de camino al trabajo. Así que sí. ¡Definitivamente fue un buen día!

Saludó alegremente a los colegas que vio, saludó a su jefe que pasaba y finalmente se detuvo frente a la puerta de su sala de estar. Detrás de la puerta esperaban una gran cantidad de niños a los que tenía que cuidar, educar y entretener.

No esperaba que todos los niños se quedaran en silencio repentinamente cuando lo vieron cruzar la puerta.

"Uh... ¡Hola!" saludó, sintiéndose repentinamente nervioso. No era propio de ellos estar tan callados. Realmente, REALMENTE, no lo era.

Los niños continuaron mirando en silencio, con la boca abierta por la sorpresa.

Y de repente, uno de ellos se levanta, le señala con el dedo y grita. "¡Es Philza Minecraft!"

Y el resto de los niños también comienzan a gritar, mientras se levantan y comienzan a rodearlo:

"¡Es el ángel de la muerte! ¡En persona!"

"¡¿Puedes enseñarnos a pelear como tú?!"

"¿Es cierto que tu esposa es la diosa de la muerte?"

"¿Es cierto que conoces a Technoblade?"

"¡Eres muy guay!"

"¿Cómo pasaste de ser un guerrero a vivir aquí?"

"¿Cómo escondes tus alas?"

De acuerdo... ¿qué diablos había pasado la semana anterior?

.....................

Wilbur sonrió cuando escuchó el tintineo de un juego de llaves seguido del sonido de la puerta al abrirse.

Se volvió a medias para poder mirar la entrada de la casa y sonrió a la persona que estaba allí.

"¿Oye, cómo estuvo tu día?"

"Ellos... historias... ángeles... en todas partes..." dijo Phil, un poco conmocionado mientras se detenía para orientarse.

Wilbur resistió las ganas de reír, se levantó y guió lentamente a su padre hasta el sofá. "¿Todo bien? Pareces un poco... traumatizado."

"Ellos saben cosas, Will, saben sobre ti y Techno. ¿Cómo es eso posible? Yo, ellos... ¿Sabías que tú creaste un país?" Wilbur no pudo soportarlo más y se rió.

"¿Qué? Papá, ¿de qué estás hablando?"

"Ellos... Will, conocían tantas historias. ¿Cómo los conocieron? y me hablaron de Techno, ¡y de Tommy y Ranboo! ¡Sabían de Ranboo! Y, y... me hablaron de un imperio y de mapaches. ¿Qué tienen que ver los mapaches con eso? Y mencionaron el libro de recuerdos de Ranboo... Dream, debe haber sido Dream".

"Wow, wow, wow, cálmate un poco. ¿Qué tiene que ver Dream con todo esto?" Wilbur normalmente no tendría ningún problema en dejar que su padre pensara que Dream era el responsable de todo eso (que él era), pero sabía que el hombre de sudadera verde no quería (por alguna razón) que Phil realmente lo supiera.

Y bueno, tenía una cita con el otro, así que...

Lo siento papá.

Escondiendo su sonrisa, miró a su padre y puso una mano firmemente en su hombro, haciendo que el otro se calmara y dejara de divagar: "Papá, Dream estuvo conmigo por lo menos la mitad de la semana anterior, es literalmente imposible que él fuera quién hizo eso... sea lo que sea 'eso', a menos que haya contratado a alguien, y no creo que haya hecho eso".

Philza miró hacia arriba, mirando a su hijo con una expresión de confusión y sorpresa a la vez. "Dream... ¿No tuvo nada que ver con esto?"

Wilbur respondió sacudiendo la cabeza lentamente y luego se enderezó. "Ahora vamos a la cocina, tomamos un té para calmarte un poco, y mientras tanto, ¿por qué no me cuentas esas historias que dices que mencionaron los niños? Tengo que admitirlo, estoy intrigado".

Philza respiró hondo, asintió y sonrió.

Al final de esa semana, el frigorífico de la casa tenía un dibujo pegado en la puerta, en el que una serie de personajes curiosos (uno con alas, otro con una guitarra, otro con una corona, uno sosteniendo un libro y otro que era medio mapache) posaban en un paisaje con la apariencia de ser dibujado por un niño pequeño.

La marca reveladora de la cera y los crayones brillaba a la luz del sol cada mañana.