Noa Okada sin intención alguna entro a la academia Shuchiin y fue nombrado el chico más atractivo de la escuela, de ahí el conoce a lo miembros del consejo estudiantil y descubre que por más que sea guapo no puede conseguirlo todo.
-Si, es que es obvio, es decir siempre estás intentando ser cercano a ella e intentas que no te odie- declaró con seriedad.
-¡Vaya me atrapaste!- dijo en voz alta volteandose con una sonrisa inclinando sus cejas.
-No tienes que ayudarme si no quieres... Digo se supone que si sientes eso, ¿No deberías intentar detenerme?- preguntó cabizbaja.
Noa soltó un mini suspiro y sonrió, la muchacha levanto la cabeza soprendida, pero al instante el chico volteo la cabeza para que ella no lo viera sonreír.
-No me importa... Tal vez porque prefiero más ayudarte a ti, Ah... Ni yo me entiendo... Solo no quiero que... Estés triste o muy estresada o atareada, después de todo... Tu eres la única persona que se va conmigo a casa-
"Tal vez... Tan solo quiero que ella sonría genuinamente aunque sea una vez" pensó.
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-Noa...-
-En fin olvida lo que dije esto se puso raro- comentó siguiendo el camino.
El no la vio, si tan solo se hubiera volteado hubiera sido capaz de ver la dulce sonrisa que mostró Hayasaka.
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Y asi Hayasaka, Fujiwara y Noa buscaron por todos los lados posibles, incinerador, cesped, bosques e incluso en el agua.
-¡¿Oigan encontraron algo?!- preguntó la muchacha a la distancia.
-¡No! ¡Además! ¡¿Por qué rayos no entras al agua?!-
-¡Está muy fría!- contestó.
"Está chica..." Pensó con una vena en la cabeza el castaño.
Hayasaka se adentro un poco más en el pequeño lago que era propiedad de Shuchiin.
-No creo que esté aqu... ¡Wah!- la muchacha soltó un grito al pisar erróneamente una roca afilada y en el intento de no lastimarse al pisar resbaló.
-¡Hayakasa!-
Una gran cantidad de agua salpicó a los alrededores incluso llegó hasta donde estaba Chika.
