Un nuevo día, la luz entra por la ventana de mi habitación, tomo mi teléfono y veo la hora.
10:30am
Nunca me había despertado tan tarde, tengo que recojer a mis hermanas de con la abuela, y ir por Junior a el campo, hoy entrena.
Quitó las sábanas y me levanto, corro al baño y me doy una ducha, uso lo primero que encuentro, una sudadera de mi hermano negra y un pantalón.
Cepillo mi cabello y lo dejo suelto.
Salgo de mi habitación tomo mi bolsa y las llaves de la casa.
Subo al auto, a mis 17 ya se manejar, mi padre me enseñó cuando cumplí los 15, decía que es necesario, junior tambien maneja, pero prefiere que yo pasé por el.
Me pongo el cinturón de seguridad, y prendo el esterio.
if the world was ending
Mi canción favorita está sonando, arranco el carro y viene a mi todos los recuerdos.
(...)
Una noche de tormenta, tenía miedo a los truenos.
Quería abrazar a mamá, pero ella no estaba, nunca está, corro a la habitación de mi papá.—¡Papa!
—Nati, ¿Que pasa?—se despierta asustado.
—Tengo miedo.
—Ven aquí.—mueve la cobija para que pueda acostarme a su lado. Me abrasa y me siento protegida.
—Papi, ¿Si el mundo se acaba tú estarías conmigo verdad?—Pregunto cerrando mis ojos.
—Yo siempre estaré contigo.—deja un cálido beso en mi frente y me duermo, segura.
(...)No me doy cuenta pero ya estoy llorando y sollozando, limpio mis lágrimas antes de llegar a casa de mi abuela y me detengo a 4 casas.
Miro afuera de la casa de la abuela, están mis hermanas jugando con sus muñecas, Regina usa un vestido de flores a la rodilla y María uno blanco, se ven tan bonitas en el jardín de la abuela, y avanzó en carro hasta llegar a enfrente de la casa de mi abue, veo el auto de mi primo Edgar, probablemente está en la casa.
Bajo del auto y me miró en el reflejo del celular, me ven las niñas y corren conmigo hasta darme un abrazo.
—La abuela preparo galletas para ti—habla María.
—Y el ratón de los dientes me trajo 20 euros.—dice Regina emocionada.
—¡Hey! ¿En qué los gastaras?
—No lo sé, ¿Nieve?
—Mejor, agarren sus cosas, iremos por Junior al entrenamiento.
—¡Siiii!—dicen en coro las dos.
Entro a casa de la abuela, es grande y algo lujosa, no me sorprende, mi abuelo está pensionado y mi padre siempre les da dinero por quincena para ayudarlos.
Lo primero que veo es la grande sala blanca y en ella mi primo, tiene el celular en la mano, una sudadera blanca y unos jeans negros, me observa, sus ojos cafés caen sobre mi y ríe.
—¡Nat!—dice el pelirrojo.
—Señorito.
—¿Vienes con la abuela?—Pregunta.
—Si, estaba ocupada y no tenía tiempo de venir.
—Preparó galletas—apunta a la cosina y en el comedor está una bandeja con galletas.
—¡Que rico! ¿Ya comiste?
—Vengo de entrada por salida.—se levanta de dónde está sentado y camina hacia a mi.
—¿Dormiste?
—No bien.
—¿Pasó algo?—pregunta levantando una ceja.
—Despues te cuento bien todo, ahorita no me apetece.
—Cuando te sientas bien lo haces.—se come una galleta.—Cambiando de tema, ¿Recuerdas a Carlos?
—Si, el enfadoso Carlos.
—Sigue diciéndome que le pase su número.
—Ya sabes que no.—me siento en la silla del comedor y tomo una galleta.
—¡Ya estamos listas!—habla María y Regina al mismo tiempo.
—Pues vámonos.—digo.—Me tengo que ir, por qué recogeré a junior del entrenamiento.
—Verás a Carlos.—comenta el pelirrojo, dándome una mirada sensualona
—Cállate.
Salimos de la casa, entramos al auto, las dos niñas en el asiento de atrás.
—Cinturón.
—listo—dicen en coro.
Enciendo el esterio, Y solo dejo que la música llegué a mi.
Llegó al estacionamiento de la preparatoria, los árboles nos reciben, el oxígeno puro llega a mis pulmones, grandes edificios enfrente de nosotras, y el campo de fútbol en frente.
Junior, mi hermano, el realmente es el mayor nos llevamos un año de diferencia, sacude su cabello negro para quitar el sudor, toma una botella de agua y bebe, nos observa y sonríe, toma su mochila y camina hacia nosotras.
—¡Hey!—nos saluda con la mano.
—¡Junior!—corre María a abrazarlo y Regina detrás de ella.
—¿Nos vamos?—dice.
Muevo la cabeza.
—Si.
Cuando abro la puerta del auto, escucho una voz muy peculiar.
—Nat, Nat—miro, y el castaño viene hacia mi.
—Por dios, viene Carlos, vámonos.—Junior ríe y no me deja abrir la puerta—¿Que te pasa?
—Espera, tiene que decirte algo.
—Nat, ¿Me pasarías tu número de teléfono?—pregunta en cuanto llega el castaño, su cabello mojado del sudor, su camisa azul y los shorts blancos.
—Hola,,, emm que te lo pase junior.
—Ah claro, solo necesitaba que aceptarás.
—Bueno. —subo al auto, Jason habla por última vez con Carlos y sube al auto.
—¿A dónde iremos?—pregunta mi hermano.
—A casa.
A mi mente llega ese recuerdo, pero pienso bien y me doy cuenta de lo que hice con Jason, lo usé, no e hablado con el desde ese día, tengo miedo de que sea lunes, todos lo sabrán y se burlaran de mi y no quiero.
Entramos a casa y las niñas se quedan paradas en la puerta, no entran, me asomo y la veo.
Mi madre.
Sentada, un chaleco rojo, blusa negra, su cabello castaño despeinado y sus ojos rojos.
—Pasen niñas—digo.
—Voy a mi habitación—habla mi hermano entrando a la casa.
—Todos vengan qui, necesitamos hablar.—habla mi madre.
Quiobole quiobole 💗 no había subido capitulo por qué no me dejaba, pero aquí está.
Espero y les guste
Ig:Alessandra.h2
Tw:Alessandra_her2
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Noviembre Sin Ti
RomanceÚltimo año de preparatoria y Natalia tiene que consentrarse en sus estudios para poder ingresar a la universidad de Carolina del sur, sin embargo es muy difícil consentrarse, ya que cada año cambian de compañeros de clase, y está ves a ella le tocó...