8✧*・゚*

1.5K 179 52
                                    

Era domingo por la tarde, __ no encontró mejor panorama que salir a un parque cercano, simplemente no quería estar en su hogar. 

Me senté sobre el césped, mientras que escuchaba música con los auriculares puestos.

En los juegos que habían se apreciaba una familia, el padre, la madre y una pequeña, los tres parecían divertirse demasiado, puedo decir que por primera vez en la vida sentí envidia. Las peleas de mis padres eran un tema difícil para mí, porque no soportaba vivir en una casa donde solo se pelee y donde, más aun, se ignore completamente mi presencia. Aunque se había hecho costumbre la guerra que existía entre mis padres, nunca me acostumbraría a la violencia mutua entre ambos, mucho menos cuando mi padre llegaba al extremo de golpear a mi madre, y esa era la razón por la que me encontraba en el parque ahora mismo.

Estaba concentrada observando a aquella familia feliz en los juegos cuando sentí que alguien se sentaba a mi lado, me quité los audífonos.

—No sabía que venías a este parque.—era Chifuyu.

—No vengo mucho, ¿tú?—le sonreí.

—Tampoco, quería respirar un poco. ¿No te molesta si me quedo contigo?

—Claro que no. 

Nos quedamos en silencio, únicamente observábamos lo que pasaba en el parque, ahora había llegado una señora junto a su perro, también una pareja de ancianos que se sentaron en las bancas.

—Cuando me case quiero ser como ellos.—dijo refiriéndose a los ancianos, quienes ahora estaban abrazados.

—Supongo que es lo que cualquier persona que se enamoré desea. Eres un cursi Chifuyu.—reí suavemente.

—No lo niego, leo bastante shojo.—admitió con un tono gracioso, yo solté una carcajada.

—¿En serio?—

—¡Es verdad!—se defendió.

—No te imaginaba así.

—¿Por qué?

—No lo sé, estuviste expulsado por haberte metido en peleas con estudiantes mayores, eso no es muy de los shojo.—volví a reír.

—Puedo pelear bien y ser un caballero, ¿si?—dijo con un tono gracioso pero serio.

—Ajá.—dije dudosa pero riéndome de él.

—¿Y tú? ¿Lees manga?—

—No mucho la verdad, suelo estar ocupada en otras cosas.

—Ya veo, una chica ocupada.—solté una carcajada al oírlo.

Mi teléfono sonó, mi madre estaba llamándome, me había olvidado completamente de mis padres, y estaba disfrutando tanto el rato con Chifuyu que decidí no contestar.

—¿Debes irte?—

—No, era mi madre, pero no quiero irme aún.—me sonrojé levemente al decirlo.

—Yo también disfruto estar contigo.—me sonrió como si hubiera leído mis pensamientos.

—No te pongas cursi, Chifuyu.—lo regañé bromeando, él se largó a reír.

—¿Quieres ir a casa a conocer a Peke J?—preguntó emocionado.

—Oh, claro.—se veía muy adorable emocionado, no podía rechazarlo.

—Ven, vamos.—tiró de mi manga y me llevó corriendo junto a él a su casa. 

Si seguía así, me enamoraría de Chifuyu Matsuno.

Entramos a su casa rápidamente, al parecer no había nadie más. Hizo un sonido con la boca llamándolo y el gato negro apareció por el pasillo.

—Peke J, ella es __.—dijo tomándolo para acercarlo a mí.

—Hola pequeño.—acaricié su cuello—Eres muy lindo.—el gato ronroneó—Aww, eres un bebé adorable, que lindo eres.—seguí con mis mimos, Chifuyu me observaba atenta.

—A mi no me tratas así.—dijo simulando estar molesto mientras bajaba al gato de sus brazos.

Me largué a reír.

—Tu no eres un gato.—me defendí.—Bien, ya debo irme, no quiero que se preocupen por mí.—aunque probablemente no estén preocupados, me ponía nerviosa estar con Chifuyu solos en su casa.

—Oh, está bien, te acompaño.

Me acompañó hasta mi casa y se despidió con un cálido abrazo.

—Chifuyu, ¿mañana pasarás por mí?—le pregunté cuando nos separamos.

—Claro, estaré temprano.—me sonrió y luego se alejó en dirección a su casa.

Por mi lado, entre a mi casa sonriendo también, nada podía interrumpir la felicidad que sentía, o eso creía.

Cartas [Chifuyu Matsuno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora