Cartas [Chifuyu Matsuno]

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Al entrar a casa escuché las mismas discusiones de siempre, pero había disfrutado tanto el rato con Chifuyu que no pensaba amargarme, además, mañana pasaría por mí.

Fui directo a mi habitación, luego de ordenar mis cuadernos para mañana, me fui a dormir.

Mi sueño se vio interrumpido con gritos de mamá, esta vez los gritos no eran de pelea ni discusión, parecía alarmada, por lo que rápidamente me dirigí a su habitación para ver qué ocurría.

—¿Mamá? ¿Qué pasó?—pregunté aún somnolienta.

—Tu padre se desmayó, hay que llevarlo al hospital ¡Llama a una ambulancia!—dijo desesperada, fui corriendo por el teléfono y marqué el número, en unos minutos la ambulancia se estaba llevando a mi padre aún inconsciente, mientras que mi madre y yo íbamos en el auto.

—¿Cómo pasó?—pregunté aún sin entender cómo había sucedido.

—Tu padre no ha estado muy bien de salud, __. Este último mes han aumentado sus dolores de cabeza y los desmayos.—hablaba mientras conducía.

—No tenía idea...—me interrumpió.

—Él no quería que nadie más supiera, el doctor ya le dio un pronóstico y no es nada bueno.

—¿Ah?

—Se trata de la misma enfermedad por la que falleció tu abuelo.—mierda, realmente no era buen pronóstico .

Llegamos al hospital detrás de la ambulancia, rápidamente se llevaron a mi padre a una sala para que el doctor lo atendiera, miré el reloj: 3:12 A.M

Llevábamos allí 4 horas cuando nos avisaron que papá debía ser operado urgentemente, nos dejaron pasar a verlo antes de la operación y luego nos llevaron nuevamente a la sala de espera donde habíamos estado desde el comienzo.

Tenía mi mirada fija en una planta que había frente a mí, había dejado de llorar, ahora solo sollozaba, no tenía idea de qué le podría pasar a mi padre, y peor, no tenía idea de lo que le había estado pasando hace días atrás. Quería creer que todo estaría bien, pero el solo hecho de pensar en que mi padre podía morir me hacía temblar, no podía perderlo.

—Si quieres puedes irte a casa, __. Necesitas descansar.—dijo mi madre acercándose a mí.

—Quiero quedarme.—dije firme, no estaría tranquila estando en casa, quiero estar aquí y saber cuanto antes sobre mi padre. Mi madre no se quejó por mi decisión.

Ya eran las 11 de la mañana cuando salió el doctor a avisarnos que la operación había salido bien y se encontraba fuera de riesgo vital. Yo aún no entendía de qué era la operación porque mi madre no quiso explicarme más, sin embargo, no pedí más información, supongo que era decisión de mi padre.

—Aún está bajo los efectos de la anestesia, por lo que podrán verlo en 1 o 2 horas más. De todas formas es importante que él siga en el hospital al menos por los siguientes dos días para poder tenerlo en observación...—el doctor continuó hablando pero mi mamá pidió que me retirara de allí para no oír más.

Vi el reloj nuevamente, 11:10. A esta hora debería estar en la escuela. CIERTO, Chifuyu pasaría por mí para ir a la escuela, mierda, ahora debe pensar que lo odio y que fui sin él.