Cap. 4

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-De acuerdo, como decía, Amber tu vas con Josh - dijo y se sentó alado de Josh y por último tu Abigail vas con Drake, bueno ya están asignadas sus parejas así que tienen lo que resta de la clase para adelantar el trabajo- se paro de su silla y se dirigió a su escritorio -.

-Hola Abi - me saludo Drake mientras empujaba su asiento hacia a mi-.

-Hola Drake ¿Qué tal? -le pregunte-.

-Bien, espero y no te moleste que me hayan asignado contigo.

- No claro que no, ¿Por qué lo dices?

-Bueno tal vez a ti no te moleste pero parece que al señorito Stevens si-dijo volteando hacia la dirección en donde se encontraba-.

- ¿Qué? - Voltee y efectivamente, el estaba mirando a Drake de manera ¿amenazante? - Oh, no le prestes atención.

-¿Lo conoces? -  preguntó extrañado-.

-No, por eso mismo te lo digo, ahora dejemos este tema por favor.

-De acuerdo, esta bien, lo siento, y bien ¿Con que empezamos?...

Y así pasaron los 30 minutos de clase, Drake y yo nos pusimos de acuerdo en vernos en mi casa para termunat lo poco que  falta del trabajo. Durante esos minutos no podía dejar de sentir la mirada de aquel chico y eso me estrezaba ¿Qué quiere? ¿Qué hay de interesante en mi? No lo sé, pero lo que sea que fuera me irritaba y si seguía así, le pondría un alto a ese chavo.

Las clases pasaron rápidas, lo más extraño fue que después de la clase de Literatura ni Stevens y Drake aparecieron. Extraño. Durante el camino a la salida del colegio Amber me contó que le comprarían un coche y que prometía irme a buscar siempre, yo se lo agradecí y después cada quien tomo su camino a casa.

- ¡Abigail! - escuché a Amber gritar mi nombre-.

- ¿Qué pasa Amber? - voltee y no era ella-.

- No soy Amber, soy Drake-dijo serio.

- Oh diablos! Drake!? ¡¿Qué rayos te paso?! - dije tocando su rostro lleno de rasguños, uno que otro moretón y rasguños-.

-Nada Abi, porfavor podemos terminar el trabajo, tengo asuntos importantes por resolver.

- Si claro, vamos sígueme.

Durante el corto camino que quedaba, preguntas y preguntas rondaban en mi cabeza, todo esto era extraño, pero no quería preguntarle nada ya que podía sentir su frustración tan fuerte. Llegamos e hicimos el trabajo sin dirigirnos alguna palabra solo algunos comentarios de trabajo, pero hasta ahí. Terminamos y el se despidió con un "Lo siento" y se fue, dejándome con más dudas.


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