𝐻𝑒𝑙𝑙𝑖𝑠ℎ 𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ | 𝒟ℯ𝓇ℯ𝓀 ℋ𝒶𝓁ℯ

01

-HELLISH WITCH-

"𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑢𝑥𝑖𝑙𝑖𝑜"

Caí de rodillas, podía escuchar esa voz como si estuviera a mi lado, pero no podía ser, ella estaba lejos, tuve que taparme los oídos, habían empezado a sangrar.

Entonces como pude, me levanté del suelo, sorprendida, tuve en cuenta la gravedad de la situación.

La abuela tenía razón, se había vuelto realidad, mi hermana, mi hermanita Lydia, se había convertido en una banshee, ese era su llamado, su anuncio...su anuncio de muerte.

Sabía dónde se encontraba, en ese pueblo del que solo recordarlo me traía malos recuerdos, pero por mi hermana daría hasta mi propia vida. Era cuestión de minutos para que esté ahí, debía llegar lo más pronto posible, no podía dejar que nada malo le pasera, ya había cometido el error de alejarme, no lo cometería otra vez.

Con un chasquido de dedos ya estaba ahí, Beacon Hills, se me había erizado la piel, podía sentir de donde provino el grito, se repetía cada vez en mi cabeza como una tortura, me recordaba que no estuve ahí para evitar que esto pase, pero no iba a permitir que se saliera de control, iba a salvar a mi hermana cueste lo que cueste, pasaría por arriba de quien sea si asi era necesario.

Acá estaba, en la preparatoria de Beacon Hills, corrí lo mas rápido que pude, evite todos los malos recuerdos que me traía esto, no podía desconcentrarme. Doble por uno de los pasillos tratando de evitar a toda la gente que se me cruzaba en el camino, estaban muy alterados, algo muy malo debía de haber pasado, estaba segura de que incluía la muerte, podía sentirlo.

Finalmente doble en uno de los pasillos y pude sentir muy tenso el ambiente, me apresure a entrar por la puerta, y ahí estaba, con los ojos llenos de lágrimas, trataba de desatarse de la silla en la que se encontraba atada de pies y manos. Por el rabillo del ojo pude ver dos personas más, pero no les di importancia, me preocupaba más el estado de mi hermana. Corrí hasta ella y me arrodille a su lado.

-Perdón, perdóname, no debí dejarte sola con esto. -lo vi en su rostro, estaba sorprendida de verme y a la vez en shock por lo ocurrido antes.

La ayude a deshacerse de la cinta que la retenía, y la tomé en mis brazos, no quería soltarla, creía que si lo hacía se rompería en mil pedazos, pude sentir como lloraba sobre mi hombro.

Al separarnos inspeccione su rostro para asegurarme de que no esté gravemente herida. -¿Que haces aquí Ross? -me pregunto con su voz rota.

-Te oí, dime que paso Lyds, me asuste mucho, pensé que no llegaría a tiempo. Dime quien te hizo esto y no vivirá ni un segundo más. -asegure, nadie se metía con mi familia.

-Tranquila estoy bien, no me paso nada...

Estaba a punto de contradecirla cuando una de las dos personas que había además de nosotras hablo, dirigiéndose a mi hermana, ya me había olvidado que estaban aquí...

-¿Quien es ella Lydia? -se le notaban las lágrimas en sus ojos, algo más había pasado.

Ahora que lo observaba bien se me parecía familiar, los dos adolescentes me resultaban conocidos. Y ahí caí en cuenta de quienes se trataban, uno era el hijo del sheriff, me acuerdo que antes de marcharme estaba muy enamorado de mi hermana, al otro podía reconocerlo como el hijo de una de las enfermeras del hospital.