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Los Borregos

¿sabían que si comentan, yoongi sube una selca con el cabello rosita? 😱😱😱

Policías y ladrones. Uno de sus juegos favoritos cuando iba a la escuela primaria, recordaba jugarlo al salir de clases con su hermana y amigos del barrio; lo que más le gustaba de este juego era ser el ladrón, correr y esconderse mientras sus amigos le buscaban e intentaban atraparlo era lo mejor, amaba la adrenalina que sentía al estar en esa posición y se preguntaba cómo sería estar de verdad en una situación así, ¿Lo llevarían esposado? ¿Lo meterían en una celda, la cual compartiría con un tipo alto y con una fea cicatriz?

Preguntas tontas e inocentes, que se hace un niño a sus nueve años. Claro, ese niño no esperaba que 10 años después estuviese siendo sometido contra el frío suelo de cemento y esposado, para después terminar en una camioneta militar, junto con otros quince estudiantes, igual de atemorizados que él.

Solo habían pasado un par de minutos desde que lo arrojaron dentro del auto, pero él sentía que llevaba una eternidad allí "El tiempo pasa lento cuando menos disfrutamos las cosas", eso dijo su padre alguna vez, recordó que su madre negó y con una mano en su hombro dijo "No siempre, porque cuando te enamoras el tiempo pasa tan lento que parece eterno". 

Sonrió enternecido al rememorar aquella escena.

Perfecto, ahora recordaba las palabras su padre con nostalgia, sintiendo que ya no las volvería a escuchar, pues sabía que su vida corría peligro. No era idiota, supo que lo podrían matar desde que asistió a la primera huelga, por eso su madre odiaba con toda su alma el que asistiera a esos lugares junto con Irene.

"Debí escuchar a mamá", se recrimino mentalmente. Soltó un pequeño jadeo al sentir una fuerte punzada en su brazo lastimado gracias al brusco movimiento que hizo la camioneta al dar una vuelta.

Quiso quejarse, pero se obligó a callar, no quería cagarla más. Porque sí, era consciente de que la había cagado, en primer lugar, por haber ido a la plaza cuando sus padres se lo prohibieron, en segundo lugar por no saber caer al saltar por la ventana, y por último, por dejar que Taehyung se fuera solo.

—Solo espero que esté bien —susurró para sí mismo, pero fue escuchado por uno de los estudiantes a su lado.

—Callese, güero. —le dijo éste en un susurro, para que solo él escuchara—. Aquí solo andan buscando cualquier excusa para matarnos.

—Lo siento, es que yo- —un golpe en el techo le interrumpió.

—¿Quién chingados anda de perico allá atrás? —la voz gruesa de uno de los policías que se encontraban en la parte delantera de la camioneta, le hizo tragar saliva con miedo—. Cierren el pinche hocico, si no me los echo de una.

Jungkook se hizo pequeño en su sitio al escuchar eso, cerró los ojos con fuerza y trató de concentrarse en cualquier otra cosa que no fuera el dolor en su brazo o la incertidumbre de no saber a dónde iba y que le esperaba.