Flufftober 2021 (Gogeta & Vegito)

Día 6

🖤Cartas de amor💙

Vegetto sonríe y guarda el pequeño rectángulo de papel en su bolsillo izquierdo. Ese idiota... ¿por qué logra hacerle sentir como un completo tonto solo con unas simples palabras? Dejarle volando en las nubes y con un millón de mariposas en el estómago. Vaya, quizás hasta lo haga a propósito con el único fin de molestarlo y obtener alguna clase de satisfacción. Pese a que aquello puede ser realidad y por más extraño que suene, pensar en las posibilidades mencionadas no le causan ninguna clase de molestia a Vegetto, quizás podría decirse que ni siquiera le importa, en su mente solo hay un único pensamiento: ¿qué contestar?

Rápidamente saca otra pieza de papel de su bolsillo junto a un lápiz y, tomando apoyo en la pared, escribe algunas palabras en él. Luego guarda el lápiz, dobla un par de veces aquella nota y procede a guardarla en su bolsillo también; sonriéndose a sí mismo con evidente orgullo y quizás una pizca de malicia. No es la primera vez que encuentra una nota sorpresa proveniente de Gogeta, parece que deslizar aquellas cartas en su bolsillo instantes antes de separar caminos se ha convertido en alguna clase de ritual del que ambos felizmente toman parte.

Es placentero volver a su habitación, revisar el pantalón y encontrar una nota de la persona que le cautiva y le brinda tantos buenos momentos. Comenzaron siendo cosas simples, un «hoy estuviste genial» o «ya quiero volver a verte» eran las frases que típicamente se alcanzaban a leer en un inicio. Vegetto sabe que esto comenzó por el simple hecho de que ninguno de ambos podría decirse esas cosas de frente; pero a medida que pasó el tiempo y se vieron más veces, a medida que la confianza crecía y se acercaban más uno al otro, aquellos cortos mensajes tomaron un giro que... bueno, Vegetto no se queja, pero no es algo que esperaba.

«Quisiera probarte» fue uno de los que, sin lugar a dudas, le dejó más atónito que cualquier otra nota. Obviamente cuando le preguntó a Gogeta sobre aquellas peculiares palabras le respondió “quiero probar tu fuerza en una pelea”; una contestación que no convenció del todo al guerrero de aretes, sin embargo, en vista que la dijo con la misma seriedad que usa en su día a día, no tuvo más remedio que seguir como si nada fuera pasado.

No puede evitar suspirar pesadamente al imaginar qué tipo de expresión pondrá cuando vea lo que le ha respondido, espera que aquello sea suficiente para, al menos, sobrepasar aquella faceta seria suya.

—Cómo le gusta provocarme y hacerse el tonto. —se dice Vegetto en su interior. Existe la posibilidad que su plan sea más vergonzoso para sí mismo que para Gogeta como tal, pero vale la pena el sacrificio. La vergüenza nunca ha matado a nadie, ¿verdad?