Flufftober 2021 (Gogeta & Vegito)

Día 8 & día 9

🖤danza lenta & beso en la frente 💙

Los golpes no son exactamente pesados, veloces o poderosos; no se molesta en desprender ki para aumentar la potencia de dichos puñetazos, no los calcula con frialdad para evitar que lo esquive y/o provocarle el máximo daño posible. No, para nada. Se trata de todo lo contrario. Sus golpes, aunque sí le producen dolor, no son la clase de puñetazos que se esperarían de un guerrero fusionado tan poderoso como lo es Gogeta. Si Vegetto no lo conociera desde hace un tiempo, diría que está dejándolo ganar.

Ha tratado de ignorar esto desde que la ronda de entrenamiento dió inicio, intentó hacer caso omiso, de fingir que no se percata de ello y tomar represalias en su contra golpeándolo con una fuerza considerable. Al final, todo aquello fue en vano. Un rato después de haber iniciado, la falta de concentración de Gogeta termina por afectar su propia concentración, acrecentando, en su lugar, a la molestia.

—Ya, Gogeta. ¿Vamos a entrenar en serio o qué? —pregunta Vegetto de repente, una expresión de fastidio y ofensa son evidentes en su rostro, además de su lenguaje corporal indicando la obviedad.

Gogeta, sorprendido por su llamada de atención abrupta, detiene sus movimientos y el ataque siguiente es cancelado.

—¿De qué hablas?

—Cuando entreno con alguien lo mínimo que espero es cierto grado de esfuerzo, pero mira que ni eso veo aquí, eh. ¿Qué te pasa?—desciende de su vuelo al hablar, aterrizando de pie en el suelo. Aunque parezca estarlo, Vegetto no se encuentra enojado del todo. Quizá decepción sería lo más cercano para describir lo que siente.

Gogeta no contesta, y esto no le sorprende. Algo en su interior le hizo intuir que no obtendría una respuesta clara o una respuesta de cualquier tipo. Éste, quién siguió flotando unos metros por encima de Vegetto, le observa fijamente sin entonar ni una sola vocal.

—No me pasa nada. —es lo que dice luego de varios segundos de silencio. Suena más como una respuesta para acabar con aquella situación que para aclarar las dudas como tal.

Vegetto rueda los ojos, más fastidiado ahora gracias a la evasión de lo obvio que cuando detuvo el entrenamiento. Decidido a hacerlo pagar por ese mal momento, Vegetto despega velozmente hacia éste con la intención de darle un poderoso puñetazo en el estómago; sin embargo Gogeta logra percatarse un segundo antes de ello, cubriéndose del ataque en cuestión antes de que sea acertado. El golpe es tan fuerte que deja sus brazos con un ardor considerable, haciéndolo retroceder varios metros en el aire.

—Sigue distraído y te daré una paliza. —dice Vegetto, amenazante. Una satisfacción surge al haber acertado su ataque aunque haya sido a medias. Para hacer énfasis en sus palabras expulsa una cantidad pequeña de ki, formando un aura azul alrededor de su cuerpo. No es lo suficiente como para aumentar de fase ni nada por el estilo, sabe que no necesita más que su estado base ya que solo se trata de un entrenamiento; no obstante, espera es que esto baste para que Gogeta entienda el mensaje.

Lo que aparentemente funciona: el otro guerrero, frotando sus antebrazos adoloridos antes de regresarle la atención, hace su pose de combate característica dando luz verde a la reanudación del entrenamiento.

Un relámpago es lo que se alcanza a ver en el sitio donde la fuerza imparable de ambos guerreros se encuentra, la velocidad de sus ataques, a pesar de ser sobrehumana e imposible de seguir para muchos, continúa sintiéndose inferior para el guerrero de aretes. Es como si el rendimiento de Gogeta continuase flojeando. Sus golpes adquieren más potencia pero sus aciertos disminuyen considerablemente, así como su técnica ofensiva, la cual es tan baja que casi llega a ser nula.