capitulo 13

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Siento que la vida ya no es tan difícil desde que me reconcilie con Apolo, se que esa hermandad que en nosotros se cultivó todos estos años no va a ser mas la misma, pero me deja aliviada saber que ya no estaremos más en guerra.

Si, aún me duele no poder estar con el, pero no sería capaz de interrumpir su felicidad, se que el al igual que yo encontraremos a alguien que nos haga feliz.

El día ya no me parece tan mierda, el viento sopla tan fuerte que consigue mover mi hermoso cabello rojo, cierro los ojos para que mis oídos solo sientan el dulce sonido del mar, me sentía en paz conmigo misma, y eso era genial.

Trate de cerrar los ojos para disfrutar más de ese cálido aire, claro pero esa tranquilidad fue interrumpida cuando Aegan decidió lanzarme una pelota de playa.

—¿Cuándo dejaras de joderme?

—Es uno de mis pasatiempos favoritos.

Tenia una gran y hermosa sonrisa, que me contagio luego. En estos momentos tenia otra perspectiva de Aegan. Ya no lo veía tan mierda como la primera vez que lo vi, ahora era diferente.

Veo unas chicas acercarse a Aegan, a simple vista se veían que le estaban coqueteando, moviendo sus no tan extravagantes pechos.

—¿Que hace un hombre tan guapo como tú por acá?

—Mi amiga tiene razón, hombres como tu ya no se consiguen.

El tenía una cara de victorioso, si que el hechizo Cash es inevitable para idiotas como estás.

—Disculpen señoritas, pero este chico ya está comprometido.

Fui hasta donde esas sanguijuelas, la verdad no tenía que esforzarme para ser mil veces mejor, eso, eso era natural.

Las sanguijuelas tenían cara de ¿Está perra dónde salió? Me sentía un pauta de verdad, no me quedo remedio que empinarme para besar al maldito polla de oro, estás chicas se fueron de inmediato.

—¿Celos?

—¡JA! Quisieras.

—Parece que si.

—No quiero quedarme como la cornuda frente a todos.

—Aun así disfrutaste el beso ¿No?

—Para que veas los sacrificios que tengo que hacer.

Dije para después volver al lugar dónde me encontraba sentada, tome el libro llamado A sangre fría de Truman Capote.

Me encantaba este libro, sobre todo si tiene que ver con algo de violencia, es espectacular, quise seguir con mi tranquilidad, pero otra vez fue interrumpida por unos putos imbéciles que decidieron sentarse en cada lado, quedando yo en el centro.

—Entonces si se viene a la playa a mojarse ¿Porque estás leyendo?

—Queti.

—¿Cómo?- pregunta el moreno.

—Que te importa.

—uuuh hermano está chica es de las mías. -rie el rubio.

Me baje un poco las gafas y los mire a ambos de reojo, al principio no reconocí sus voces, pero sin dudar son, Marcos y Gregory.

—Tu si no cambias cucaracha.

—¿Cucaracha?

Ambos me miran extraños, tal vez preguntándose ¿Quien es esta extraña? Y ¿Cómo sabe eso?

Más que mís amigos, son amigos de los hidalgos, yo solo conversaba con ellos por Apolo, el en ese entonces no tenia muchos amigos al igual que yo, y siempre en las fiestas que organizaba Ares asistían ellos, así que era algo inevitable coincidir siempre.

Tu el rey del MUNDO, yo la del UNIVERSO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora