Aquí estoy

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-Eres la mejor compañía, Candy

-Gracias Karen, he disfrutado mucho estos días

-Pero apesar de todo, tu mirada sigue triste. ¿Hay algo que tienes pendiente?

-Quizá.

-Bien cuando quieras hablar, recuerda que cuentas conmigo.

- Eres muy amable Karen. Gracias

A la mañana siguiente un ansioso Albert llama a la puerta de los White.

-Buenos días, Doctor. ¿Disculpe se encuentra Candy?

-Buenos días, señor Ardlay, bienvenido.
Candy aún no regresa.

-¿Regresar?¿de dónde?

-Florida. ¿No lo sabía? - lo ve con asombro como tratando de descubrir algo en su mirada-

-Perdoneme, quizá con tanto trabajo que he tenido, lo olvidé mil disculpas por las molestias ocasionadas.

El doctor se percata de la desesperación en el rostro del joven y comprueba que sus sospechas son ciertas, algo no está bien con su hija y su relación sentimental.
Albert llama a Paty para indagar donde se encuentra Candy, pero ni ella ni Susie sabían que había salido de viaje.
No tiene idea, a donde más acudir. Ha detenido su vehiculo a unas cuantas calles de la casa de Candy, sujeta fuertemente su cabello, se siente frustrado, quiere respuestas, cuando de pronto una mano se posa en su hombro.

-Hijo, solo sabemos que está en Naples, Florida con una sobrina del doctor Kleis. Dijo que quería apartarse un poco de todo. Creimos que estabas al tanto. Te ves tan afligido que no pude guardar la información.

- Muchas gracias doctor. Se lo agradezco infinitamente.

Sube al automovil y se dirige a la "Clínica de la Rosa" , Laura lo recibe.

-Señor Aldray. Gusto en verle.
¿Podemos ayudarle en algo?

-Buenos días doctora, disculpe la molestia. Se encuentra el doctor Kleis, quisiera hablar con él por favor.

- Claro, por favor tome asiento en cuanto termine con un paciente le recibirá. Le enviaré una nota con la enfermera para que sepa que le está esperando.

-Muy amable gracias.

Al terminar de atender a su paciente Kleis sale del consultorio y lleva a William al comedor. Ahí le comenta sobre la curiosa pregunta de Candy y le da la dirección de donde encontrarla. El se pone en marcha de inmediato, asignandole a George que investigue el asunto. Prepara sus maletas y se dirige al aeropuerto. El tiempo se le hace eterno. En cuanto llega a Naples se dirige a la casa de los Kleis.
El timbre suena y una emplea se dirige a la puerta.

-Buenas tardes, disculpe ¿la señorita Candice White?

- ¿Quién la busca?

-Por favor dígale que Albert está aquí, gracias.

Candy se niega a recibirle, el espera paciente sentado en la banqueta. Karen ha presenciado todo desde la ventana de su habitación. Sale con una idea en mente. Intercambia brevemente unas palabras con el hombre y este se retira. Después se reune con Candy.

- ¿Se ha marchado?

-Sí al fin se marchó. Se veía muy angustiado. ¿Quién es?, es evidente que eres muy importante para él.

-Y él lo es para mí. Es lo más hermoso que me ha sucedido en mis casi veintitrés años.

-¿Y entonces? ¿Por qué no le recibiste?.

Te amaré por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora