La Princesa de Fuego y La Guerrera Kyoshi

11. LA ROCA HIRVIENTE

- Azula, acaba de pasar algo.

- ¿Qué pasa Mai? ¿Porqué estas tan alterada?

- Es Zuko... mi tío lo encerró, estaba en la roca hirviente fingiendo ser un guardia.

- ¿Qué hace el príncipe Zuko en prisión? - Desde que Zuko se había ido, Suki usaba prendas mas frescas de la Nación del Fuego, y desde luego no usaba mascara.

- Quizás... quizás lo mismo que nosotras íbamos a hacer... obviamente con métodos dudosos... y ahora que lo atraparon le será imposible salir de ahí.

- ¿Y qué haremos?

- Sacarlo de ahí por supuesto... pero eso podría poner en riesgo nuestro intento de liberar a los lideres de la invasión. - Azula no estaba segura que pudiera ayudarlo a salir de ahí, no cuando se dirigiría a hacer negociaciones de informantes con los prisioneros de guerra.

- Tal vez no sea necesario liberar a los demás - Suki, algo pensativa murmuraba.

- ¿Perdón? - Azula alnazó a escuchar a Suki

- Si el príncipe Zuko, en realidad fue con la intención de liberarlos, es probable que no esté solo, quizás esté esté con Aang... y si ellos consiguen liberar a los prisioneros, nosotras solo nos debemos asegurar de que huyan, no necesitamos liberar a los prisioneros de guerra, ellos lo harán... y Mai será nuestro motivo de estar ahí.

- ¿Y si no fue por los prisioneros? - Azula no estaba del todo convencida.

- ¿Por qué otra razón estaría el príncipe Zuko ahí entonces?

- Bien, vayamos por Ty Lee y saquemos a tu novio de prisión Mai.

- ¿Y como se supone que lo saquemos? A Mai no la convencía el plan de Suki, a ella le gustaba ser precisa en sus planes.

- Los perseguiremos, por supuesto... y nos superarán. - Azula estaba convencida de que podría ayudar una vez mas a Zuzu, aunque el no se lo pidiera.

Se dirigieron a casa de Ty Lee y a la base donde se encontraban los globos para llegar rápidamente a la prisión. Azula le había advertido a Suki no decirle la naturaleza del plan a Ty Lee... su inocencia podría ponerlas en peligro, la versión oficial sería escoltar a Zuzu a la Nación del Fuego, donde lo meterían en la misma prisión de la que escapó su tío el día negro.

Una vez en prisión, Azula permitió que fuera Mai la que confrontara a Zuzu, aún tenía una carta que reclamarle y cuando el motín comenzó, Azula pudo ver a Sokka y Zuko entre la multitud, la función estaba por comenzar.

Desde que el motín comenzó, Azula no había visto a Mai, solo a Zuko entre los prisioneros que ella tenía planeado liberar, al parecer Suki tenia razón... solo que no era el avatar quien acompañaba a su hermano... era Sokka. ¿Qué hacía el aquí? Ni si quiera era un maestro... y Suki, ¿la abandonaría para irse con ellos? Sus amigas serían liberadas a la mañana siguiente, no había ya nada más que mantuviera a la guerrera Kyoshi a su lado. Tal vez sería lo mejor, era necesario acabar con el mal de la Nación del Fuego para que una nueva Nación del Fuego respondiera a la paz que traería el avatar, y ni ella ni Ozai formaban parte de esta nueva nación.

Azula podía ver a varios prisioneros peleando junto a Sokka y Zuzu, uno de ellos peleaba como los guerreros de la tribu agua, el otro era un viejo obeso que le recordaba a su tío pero con la piel bronceada, peleaba con movimientos erráticos parecía como si creyera tener un brazo mas grande, seguramente era un loco. Había maestros fuego peleando junto a ellos, no creía que fueran parte de la invasión, tal vez solo estaban aprovechando el momento de la fuga. La distracción del motín terminaba y el elenco principal se dirigía a las góndolas, con el alcaide atado en hombros, ¿En que momento lo habían capturado? Sabía que era un inútil, pero nunca hubiera esperado que lo tomaran de rehén. Pero eso solo hacía las cosas más fáciles... por primera vez todo salía según lo planeado, aunque el rehén era nuevo.