Cinco

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Empieza a sacar varios vestidos y los coloca sobre su cama tendiéndolos para obtener una mejor vista. Había uno negro, rojo y blanco. Quisiese tener más vestidos pero por el momento tenía que conformarse con los únicos que tenía. Bakugou dijo que la recogería de su habitación a las siete y ya eran las cinco. Mira primero el negro, era corto pero tenía la falda un poco despampanante ya que era un vestido antiguo que solía usar cuando tenía unos quince años. El rojo era el más nuevo que tenía y hasta el momento no lo había estrenado, era largo y dibujaba su silueta a la perfección mientras que el blanco era bastante cerrado en todas partes.

No sabía si usar tacones pues los únicos que tenía eran los negros altos que muy pocas veces utilizaba, no tenía una gran variedad de calzado pero se conformaba con ello. Saca el poco maquillaje que tenía en su estuche y se dedica a pintarse un poco a pesar de no ser muy experta en el tema. De a poco se fue frustrando al ver que el delineado no le salía a pesar que lo intentaba un millón de veces.

Se tumba en su cama. Agarra su móvil y marca un número.

- ¿Hola?

- Hola, Momo. ¿Estás ocupada?

- Uraraka, no, ¿pasa algo?

Lo piensa por unos segundos.

- No puedo maquillarme.

- Estoy en cinco minutos.

Mientras tanto Bakugou estaba enfureciéndose al no poder peinar su cabellera un poco más adecuada. Tocan su puerta y él la abre. Kirishima estaba sonriente con un saco de vestir.

- Vine a traerte algo para tu cita.

- No me pondré eso pelo de mierda.

- No olvides que tienes que ser todo un caballero con ella y la mejor manera de demostrarlo es vistiéndote presentable.

Tsk. Deja abierta la puerta dejándolo pasar a su habitación. Tenía el cabello húmedo, el torso desnudó y llevaba puesto un pantalón jean oscuro juntos s unos zapatos elegantes negros.

- ¿Te bañaste?

- No estupido, llovió y me mojé.

- Si usas ese tono con ella la perderás. -le advierte.

Gruñe siendo reprochado por su amigo.

- Ponte esta remera blanca. -se la tiende luego de estar buscando entre sus cajones.

La recibe y se la pone rápidamente para luego acomodarla mejor y verse al espejo, no se veía nada mal.

- ¿Ya está todo listo para la cena?

- Si, solo que Momo los abandonó porque Uraraka la llamó urgente.

- ¿Le pasó algo?

- No, son cosas de chicas. Está muy emocionada, no la decepciones.

Esas palabras lograron tensarlo poniendo un peso más a su conciencia.

Se pone su colonia y relaja su expresión, agarra el saco y lo cuelga en su brazo.

- ¿Entonces quien está organizando todo?

- Sero y Denki.

- Tsk. Esos dos harán desastre, iré a ver cómo va todo mientras hago hora.

- Vamos, tengo que llevar aparte el vino y las copas.

- ¿Vino?

- Sero consiguió y lo escondió abajo de la alacena de la cocina.

- Ugh, ¿es necesario?

- ¿Quieres sorprenderla con un detalle romántico? -lo reprocha.

- Odio hacer esto.

Secreto || KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora