02

557 66 18
                                    

Maldita skate

    —Lilith, te he llamado mil veces. Llegas tardea la escuela. —abrí mis ojos desorientada. Eché un vistazo a mi alrededor encontrándome en mi habitación, mi reloj indicaba que eran las siete y media. 

    Mierda.

    Me levanté del golpe y fui directo al baño, de fondo, el sermón de mi madre por despertarme tarde. Me cepillé los dientes mientras pasaba toallas húmedas por mi cuerpo ya que no me daba tiempo de una ducha.— Ni sé como vas a hacer, mi auto está en mantenimiento. Eso te pasa por irresponsable —dijo mientras daba vueltas por toda la casa con su uniforme de enfermera puesto.

    Estaba en completo pánico, y más tomando en cuenta que me tomaba unos quince minutos en skate de mi casa a la escuela. Estaba jodida. Busqué en mi clóset cualquier cosa que se me pasara por el frente. Al final, terminé con unos shorts anchos, una camisa de rayas y por último mi chaqueta de jean por si llegaba a hacer frío. Evadí a mi madre en la cocina enojada por mi falta y corrí a la salida.

    El día estaba un poco nublado, dejé mi skate en el suelo y con un pequeño impulso, me dispuse a patinar lo más rápido que podía. Sentía las gotas de sudor recorriéndome, y no era porque hiciese calor, era de los nervios.

    El ruido de una bocina me desconcertó por completo, y perdí por completo el equilibrio. Caí de espaldas, por lo que no me hice mucho daño, pero mi skate siguió andando y un auto pasó por encima de esta partiéndola en dos. Abrí mi boca casi por el piso, no podía creer lo que estaba sucediendo.

    —Mier... —escuché una voz detrás de mi. Me giré encontrándome con Rodrick, para colmo. Seguramente se burlaría de mí, o lo que sea. Me levanté con mal humor, pero el agarre de este me ayudó a levantarme con más facilidad.— Si te vas a reír, te aviso que no estoy de humor —hablé, me acerqué a mi skate que ahora eran literalmente dos.

    Mi corazón se rompió al ver a mi "bebé" de esa manera.— Fue gracioso, pero no me voy a burlar. Al menos no hoy —le di un empujón y lo evadí dando pasos hacia las escuela.— Está bien, lo siento. No pienses ir caminando, yo te doy un aventón —dejé de caminar para girarme a verlo.

    Su cabello estaba despeinado como siempre, y con más ojeras de lo normal.— Acepto, pero ni pienses hablarme en el camino. —caminé hacia su camioneta. Si mi humor no es el mejor, en ese momento, estaba peor.

    Mi día iba de mal en peor. 

    Rodrick se subió a la camioneta al igual que a mi. Comenzó a conducir, pero encendió la radio dejando oír su música ruidosa. Al instante lo apagué, su mirada recargada de enojo se posó en mi, pero la evadí.

    —Amargada —murmuró— Si no fuese por tu hermoso pito, mi skate no estuviera rota —me crucé de brazos— ¿Mi pito? El está aquí tranquilo conmigo, que yo sepa no te ha hecho nada —y como siempre, terminó malpensando la situación.

    —Sabes lo que quise decir, imbécil —su risa burlona e insoportable no tardó en aparecer.

    Luego de unos minutos, llegamos a la escuela. Me bajé de mala gana, y caminé hacia la entrada ignorando su existencia. Fui directo a mi casillero y tomé lo que necesitaría en el día. Los pasillos estaban casi vacíos ya que faltaban poco para el timbre. 

    Volteé, y me encontré a Rodrick con su grupo de amigos, y su novia, Ashley. Una pelirroja que a simple viste se veía intimidante, pero la realidad, era insoportable y no paraba de hablar. Cuando los Heffley nos invitaban a una cena, por alguna razón, ella terminaba apareciendo, y no paraba de hablar, hasta la Sra. Susan tuvo que intervenir para que cerrara el pico. Cerré mi casillero y caminé hacia el salón de Historia, donde me tocaba la primera hora.

    Las horas pasaron lentos, pero al menos no fueron tan malas. Se hizo la hora de almuerzo, y salí directo a la cafetería, donde me encontraría con Melanie y las demás. Tomé una lata de Coca Cola sabor a cereza del dispensador, y caminé hacia el comedor.

    —D'angelo, necesito una explicación ¡Ya! —Melanie me tomó del brazo y me sentó en la mesa. Alexa nos miraba divertidas mientras que Diane escribía algo en su libreta junto a su calculadora, seguramente haciendo tarea.

    —¿Qué pasa? —respondí— Alexa te vio llegar con Heffley, así que necesito una explicación detallada —puse mis ojos en blanco, sabía lo que sospechaban, pero no era cierto.

    —No es nada, me caí con la skate y se rompió y justo pasaba él y me hizo el favor de traerme, nada más. —Melanie abrió su boca— Espera ¿la skate? —hizo una mueca.

    —Si, y no estoy de humor. 

    —Lilith, no estés de mal humor. Igual, es extraño que te hayas subido a su camioneta cuando ni lo soportas —habló Alexa mientras reía. Se escucharon unas risas estruendosas.— En serio, no te desanimes. Te puedo prestar la mía —habló Alexa, ella jamás estuvo interesada en la skate, pero el año pasado nos pidió que le enseñáramos ya que el chico que le gustaba era skater. Pero no supo ni como subirse, y la tiene guardada desde esa vez.

—Bien, supongo que eso está bien. —le di un mordisco a la manzana de Diane, ni lo notó por estar tan sumergida haciendo tareas.

    Alexa es la típica deportista que ama ir a fiestas y enamora a los futbolistas del colegio, tiene sus encantos, y también que fue la primera en desarrollarse que nosotras a comienzos de secundaria. La irresponsable que debemos cuidar en las fiestas porque termina muy borracha o besando a alguien que luego se arrepentirá toda su vida.

    Diane es una come libros, la más estudiosa de todas nosotras y la más responsable, es como la madre del grupo. Es la típica que solo ha tenido un novio y llevan casi todo el bachiller juntos. Siempre que necesites hablar con alguien, ella va a estar para aconsejarte, tiene alma de mamá oso.

    Melanie es la más graciosa graciosa, y obsesionada con todas las mierdas de bruja. Cada vez que hacía cualquier terquedad solía decirme "Típico de Escorpio". Su salida del clóset fue en séptimo grado, cuando por sorpresa terminó con la chica más popular de ese entonces, que por cierto, decía ser hetero. 

    Y luego, estoy yo. No sé que papel aporto en el grupo, pero lo que sé es que la combinación de las cuatro era perfecta.

    —¡Lilith! —salí de mis pensamientos— Kyle hará una fiesta hoy, pero conozco a nadie de los que irán. ¿Pero saben quien sí irá? Rodrick... —con su mirada me expresó sus intensiones. Decirle a Rodrick que nos lleve. Jamás.

    —Ni lo piensen, están locas. —tomé un sorbo de mi Coca Cola. Alexa por primera vez, se quedó en silencio sin refutarme, y era lo mejor, ella sabía perfectamente lo mucho que odiaba a Heffley.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 27, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

i wish i hated you; rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora