2. El principio del desastre

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En la noche del primer día de clases, a eso de las 8pm, recibo un mensaje de Jesus, diciendo que venia en camino a buscarme a mi y a Mariana, ya estábamos arregladas, Mariana iba con un jean roto, unas botas, una camisa manga larga gris, junto su gorro negro y su chaqueta marrón, labios rojos, se veía desarregladamente bien, Joder.
Yo por otra parte pensé en arreglarme un poco mas, me puse unos pantalones ajustados que realzaban mi figura, color blanco, una camisa de salir negra, junto unos tacones rojos, uno que otro accesorio, delinee mis ojos de negro para que realzarán el azul de ellos, y puse un poco de color a mi boca.

En seguida me llega una llamada de Jesus diciendo que bajemos, y así lo hicimos, agarre todo lo necesario, dinero, cargador, teléfono y salimos.

Vi a Jesus fuera de su auto esperándonos, y sentí un sentimiento extraño, pero lo ignore, habrá sido el frío de la noche, llegue hasta el y lo salude.

   -Hola, y... A donde iremos?
   -Hola chiquita-El acostumbraba a ponerme apodos de novios-Es una sorpresa, te ves bien, casi nunca te arreglas, si no te conociera podría jurar que eres Camila o Veronica-Dijo entre risas.
   -HEEEY, no quisiera parecerme yo a esas rubias pintadas baratas.
   -Que tienes contra las rubias?-Reprocho Mariana.
   -Tu no eres una rubia, eres mi rubia- Dije, Mariana río y entro dentro del auto.

Jesus se me quedo viendo directamente a los ojos, Dios, varias veces había visto sus ojos, pero esta noche se veían diferentes, se veían, profundos, misteriosos, me puso tan incomoda que tuve que preguntar:

   -Que me miras?
   -Nada -seguía mirándome fijamente, esto realmente me incomodaba-vamos.

El camino hacia donde nos dirigía Jesus era oscuro, no había luces, literalmente no había nada, si no lo conociera podría jurar que quería abusar de ambas, llegamos hasta una fábrica abandonada.

   -Que es esto Jesus?
   -Que parte de que es sorpresa no entiendes? No confías en mi?
   -Claramente con este panorama no mucho, querido amigo-Dije volteando los ojos.
   -Bien, entramos o que?- Dijo Mariana entusiasmada .
Al entrar pude notar el olor a cigarro y marihuana, llegamos hasta otra puerta que llevaba hacia un salón inmenso, con luces por todas partes, humo, y no precisamente de una máquina de humo, gente bailando, besándose, y bueno, de mas.

   -Que les parece?-Dijo Jesus.
   -A mi me encanta, no se a ti-Me dijo Mariana- Es mas, ya vi a mi posible víctima, ahora vuelvo, no me esperen- Mariana se perdió en el humo, y me quede con Jesus, parados entre la multitud.
   -No parecía una fiesta desde afuera. - Claramente no lo parecía Vanessa, parecía que quería violarte o asesinarte más bien.

Creo que debería dejar de ver tantas películas de terror.
   -Ay querida Ness, Nada es lo que parece-Dijo en un tono extraño mirando hacia abajo, me pareció raro.

Para pasar el momento incómodo, decidí buscar unos tragos, junto a Jesus fuimos hacia la barra, pedí vodka con jugo de naranja.
Al cabo de un rato, ya llevaba unos cuantos encima, digo unos cuantos por no decir unos muchos, y me sentía un poco, alegre, creo.
Ebria sería la palabra, pero obviemos eso, alegre, si.

   -Wow Jesus, que bien te ves desde este ángulo, muy bien- Le dije claramente ebria, mientras con mis manos jugaba con su cara.
   -Tu te ves bien en todos los ángulos mi niña- Dios, nunca lo había visto tan atractivo, no se porque sentí un impulso de besarlo.
¿En serio estoy tan ebria como para querer besar a mi mejor amigo?
-Jesus, te besaría ahora mismo- Pero que coño? Espero no lo haya dicho en voz alta. Qué vergüenza de verdad.
-Pues bésame, Ness - Ok claramente no lo pensé, pero que haya dicho que lo besara creo que ha sido lo mejor que me ha pasado esta noche, estando ebria.
Vanessa para el es solo un beso, ¿por qué para ti no podría serlo también?
Agarre su cara con las manos y pegue mis labios a los de el, al principio lo hice suavemente, pero al momento en que agarro mi cintura y me pego más a el, profundizamos el beso.
Estaba allí, besando a quien es mi mejor amigo, el disfrutaba del momento al igual que yo, ambos estábamos idos, pero juntos, en ese momento decidí separarme y me le quede viendo.
Me miró con esos ojos que hoy realmente me encantaban.
   -Ya vuelvo, necesito ir al baño-Dije, sin apartar mis ojos de los suyos.
   -No tardes, te espero en el auto- Dijo en un todo, jodidamente sexy.

Fui hacia el baño y al entrar en una esquina habían mujeres besándose, trate de ignorarlas pero se me acercaron.

   -Que hace una niña tan bonita aquí sola?-Dijo una de ellas, era castaña, con un cuerpo de infarto, tenía el escote más grande que haya visto.
   -Déjenme sola por favor-Dije mirando hacia el lava manos.
   -Oh, esta ebria-dijo la otra, la cuál era más bajita, con cabello negro, ella no tenía escote, pero si que una falda sumamente corta.
   -Tranquila querida, fuma un poco, se te pasara. - Me dijo extendiendo su mano dándome un porro. La mire dudosa.
Vamos Vanessa, acabas de besar a su mejor amigo, hazlo.

Y pues fume, era la primera vez que fumaba, el cigarro ya lo había probado antes, y de vez en cuando lo hacia, pero esto nunca, jamás, y me gusto. Estuve un rato fumando con las mujeres que estaban ahí, y de pronto, se me hicieron muy atractivas.
Pero que coño Vanessa.

La castaña, ojos color miel y labios gruesos, no cargaba lápiz labial y se veían sumamente rojos, cargaba un escote azul, junto un short y unos tacones, La otra era pelo negro, ojos verdes, labios más delgados pero igual de provocativos en ese momento, andaba con un vestido rojo, y tacones beige, sentí el leve sentimiento de querer besarlas pero antes de salir de ahí para no cometer dicha barbaridad, una de ellas me agarro.

   -Vamos chica, sabes que quieres besarnos, te vimos mirarnos los labios. -Dijo la castaña.
   -No te preocupes, nosotras tampoco somos lesbianas si eso crees, es una noche mala para ambas, y pues entramos a fumar y una cosa lleva a la otra. - Dijo la más bajita.

No me dio chance ni de responderles, me besaron, ambas, fue el sentimiento mas excitante y extraño que había sentido jamás, decidí apartarme y salir de ahí, Fui directo a buscar a Mariana y cuando la encontré andaba con un chico, bastante atractivo tengo que admitir. Ya sabia a donde iría así que decidí dejarla, no era la primera vez.

Al llegar al estacionamiento me monte rápidamente en el auto de Jesus el cual estaba casi dormido.
   -Te tardaste un poco no crees? - Dijo mirando en mi dirección.
   -Disculpa estaba... -no me acordaba en donde estaba. Vaya, si que estaba mal.
   -Ness, estas drogada?
   -Si, no, no se, cállate- Y lo comencé a besar, este beso era mas lento y mas entretenido que el anterior, de hecho, me estaba gustando demasiado, el se separó un momento y se fue hasta la parte de atrás del auto, y me fui junto a el, no sabia que estaba haciendo, pero era lo que quería en ese momento, me puse encima de el, y lo seguí besando, fue quitándome una por una de mis prendas y yo lo seguí, se puso sobre mi, realmente íbamos a hacerlo, en ningún momento dejo de mirarme a los ojos, los cuales detallaba nuevamente, pero de pronto...

Tus ojos te engañanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora