Melancholic Flower-Mikey x Draken

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¿Qué tan importante es el amor en este mundo para hacer decidir entre la vida y la muerte?

Cuando las flores florecen son una maravilla , su belleza y fragancia traen felicidad a quien quiera que pasase por los alrededores.

Son tan apacibles a la vista, sin sufrir emociones ni conflictos, pero hay una flor tan única que no necesita de la ayuda de las estaciones para florecer, germina lentamente en las profundidades de las personas alimentándose de su dolor.

La flor HanaHaki es aquella que nace del amor unilateral, trayendo aflicción a la persona que la lleve dentro.

Una flor no puede florecer sin el sol, y el hombre no puede vivir sin amor.

Las raíces se plantan en las profundidades del pecho, este terrible dolor se junta con la mísera realidad de no ser correspondido emocionalmente.

Las silenciosas raíces crecen con el tiempo, hasta que delicados pétalos rosas salen de la boca de la persona. El dolor emocional es subjetivo pero provoca un gran sufrimiento interno en la persona que al final se sobrepone en un dolor físico, haciéndolo sentir desgarrado desde dentro hasta la muerte.

Solo había tres soluciones para terminar con esta dolorosa enfermedad.

La primera y una de las más difíciles, que los sentimientos de la persona sean correspondidos por el causante del tormento o abandonar sus sentimientos unilaterales,

La segunda forma es quirúrgicamente, pero es una opción muy peligrosa y en muchos casos es inuitil ya que los sentimientos se mantienen y las raíces arrancadas vuelven a nacer en la carne lastimada.

La última forma es morir de dolor, los pulmones de la persona se llenan completamente de pétalos hasta ahogarse con su propia sangre y abandonar este mundo.

Mikey, o como más se le conocía el "Invencible Mikey" pensó que esta enfermedad era para idiotas cuando la escucho en sus clases, quien iba a dejarse matar solo por un amor no correspondido, creía que sencillamente se puede abandonar estos sentimientos, pero una persona que no lo ha experimentado no puede saber cómo se siente en realidad hasta que es su turno.

A sus cortos doce años a Ken Ryuuji, que se hacía llamar a sí mismo "Draken", le pareció algo curioso el tatuaje que llevaba aquel niño con su misma edad.

Aunque este grandote lo había buscado para conducirlo a un grupo de gangsters que le darían una "paliza", sabía que tenía varios enemigos por su reputación que había crecido rápidamente, muchas personas lo subestimaban debido a su corta edad y su porte, así que perezosamente había seguido al más alto.

Al llegar al lugar vio a cinco idiotas que se reían esperándolo ansiosamente, antes que los demás reaccionaran corrió rápidamente para impulsarse, saltar y proporcionar una patada al líder de esa pandilla que quedó inconsciente al instante sorprendiendo a todos los presentes. Pudo escuchar claramente la voz de sorpresa del niño tatuado detrás de él, provocando que soltara una pequeña risa.

No sabía por qué razón pero le agradaba Draken a pesar de no conocerse para nada, quería ser su amigo.

—Cómo un tipo tan genial como tú está con unos idiotas como ellos— le había sonreído al grandote que lo miraba sorprendido—Seamos amigos KenChin—

Todo comenzó desde ese día, se convirtieron en uno solo sin siquiera darse cuenta.

Su amistad avanzó rápidamente de la noche a la mañana, Mikey y Draken iban a todas partes juntos, pasaban casi todo el día juntos, aunque para otras personas podría parecerles aburrido, ellos no sentían para nada eso.