Protettore |YM|

N U E V E

009

YoonGi no reacciono después de que escucho lo que Jimin dijo, solo se quedo mirando a la nada, esperando a que alguien mas dijera algo, pero el tiempo corría rápido a su alrededor, él parado ahí en ese lugar de la sala mientras que Jimin y NamJoon se iban a la habitación a disfrutar. YoonGi sentía el eco en su cabeza sobre todas las cosas que había escuchado y en sus ojos, solo miraba de vuelta todas las cosas que había pasado por alto pero que le causaban tantas sospechas, se sentía un loco, un estúpido. Ni siquiera muerto pudo darse cuentas de las cosas, realmente no recordaba ni siquiera lo que había pasado la semana pasada, era tan pero tan poca su memoria en todo esto que ni siquiera podía justificarlo.

Pero el enojo que empezaba a surgir de su interior era fuerte, escuchar los gemidos de su ex novio lo volvía mas y mas loco, ya no sabia que hacer, ya no sabia que esperar y donde hacerlo, quería sentarse y esperarlos, quería ir con ellos e interrumpirlos, no quería ver más, pero a la vez necesitaba que todo estuviera grabado, para después no poder olvidar el sentimiento.

No quería parecer más lamentable, sabía que no podía hacer nada para superarlo, así que con todo su pesar se volvió a sentar en el sillón, espero, espero horas hasta que NamJoon salió de la habitación y de la casa, Jimin sonreía como un loco, un idiota enamorado, feliz y satisfecho, asqueaba completamente a YoonGi.

Jimin camino hacia el baño, solo traía su ropa interior puesta, las marcas de su cuello y pecho estaban rojas, recién hechas, no dejaba nada a la imaginación y por su parte, Jimin esperaba no toparse con nadie de la familia de YoonGi en las siguientes semanas, mínimo TaeHyung entendería si ya estuviera acostándose con otra persona, pero sabía que los demás esperaban un luto eterno.

YoonGi camino detrás de él, no esperaba poder tocarlo o algo parecido, solo quería seguirlo, hablarle, aunque no fuera escuchado, quería, pero lo deseaba con todas sus fuerzas.

Cuando llego al baño, se quedó detrás de Jimin, esperando a que el cerrara la puerta del espejo, estaba buscando una crema o algo parecido, no esperaba que nada pasara, sabía que no podía mirarse en el espejo, pero el odio que tenia dentro de sí, deseaba que ojalá ahora mismo pudiera apuñalarlo.

Quería infligir dolor, quería ver llorar a Jimin, verlo en el piso pidiéndole perdón, que los demás se dieran cuenta de todas esas cosas que había hecho, que lo había matado y después llorado como deshecho en su funeral, no tenía derecho de esa cara de satisfacción, no merecía ser feliz si se la había arrebatado de forma tan cruel.

Pero paso, Jimin cerro el espejo y mirando hacia abajo no se dio cuenta, pero YoonGi pudo verse, atrás de Jimin, se sorprendió un poco, pero de inmediato el odio lo inundo por completo.

— ¡AAAH! — Jimin lo miro, lo miro cuando subió la mirada, lo miro en el espejo, y a pesar de gritar no apartaba la mirada, seguía mirándolo. YoonGi por su parte probo suerte, movió un poco su cabeza y pudo verlo también, así que nuevamente intento algo.

— Lo hiciste...— lo dijo, pero aparentemente Jimin no lo escucho, miro que sus labios se movieron, pero nada salió de ellos.

— ¡¿POR QUÉ ESTAS AQUÍ?! ¡ME ESTOY VOLVIENDO LOCO! — Jimin seguía mirándolo con atención, como si pensara el mismo que era mentira, pero YoonGi solo negó, haciéndole saber que no estaba loco, que todo era verdad.

Alargo su mano intentando tocarlo, pero pensaba que sería obvio que no podría, pero con solo quería hacer como lo tocaba, pero cuando intento poner su mano en el cuello de Jimin, lo hizo, lo sintió y supo por la mirada de Jimin que también lo podía sentir, su cara de terror, de horror, le daba tanta satisfacción a YoonGi.

Antes de quererse hacer para atrás, intento susurrar algo mas en su oído, cerca y ahora que la vida le permitía tocarlo y hacerle saber que estaba cerca, aprovecharía cualquier oportunidad.

— He estado aquí, desde que me encontraron en la carretera y estaré aquí, hasta que mueras...— lo dijo tan bajo y ronco, YoonGi no había hablado en meses, pero su voz, y lo que dijo, hizo temblar a Jimin hasta hacerlo desmayar.

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Cosas que tenían que pasar

Ni modo, ya casi se acaba grax a la vida.

Gracias por leer.