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*10 de octubre, 1945*

Elaine. M

Si digo que estoy feliz por levantarme, seria una jodida mentira, pero debo hacerlo, si no, Madame Telleman iba a meterme la ostia.

Madame Telleman es quien dirige este infierno que disfrazan como psiquiátrico, bueno, supongo que ese es el precio que pago por drogarme justamente el día en que mi madre decide asesinar a mi padre.

Ja, aun recuerdo ese día, fue extraño, me sentía feliz, mas aya del efecto de las drogas que me dejaba en el puto cielo, estaba feliz de ver a ese maldito cerdo muerto, por otro lado, me sentía ofendida, como pudo esa vieja bruja culparme? Yo jamas me hubiera tomado tanto tiempo, quizás lo haría sufrir un poco pero, nada mas.

Perdida en mis pensamientos, me di cuenta de que ya estaba en la fila, la misma fila que debo hacer todos los días, cada mañana a las 9:30, una larga fila para que te den tus pastillas, son cuatro, dos naranjas y dos verdes, las naranjas no hacen mucho, pero las verdes.....las verdes son prácticamente como aspirar coca, suelo saltarme dos días seguidos las verdes y juntarlas, así, me tomo cuatro, aveces seis, depende de que tanto me aya jodido las pelotas Madame Telleman.

Desde el puto comento en el que pise el asqueroso piso de este lugar, esa mujer me miro como si fuera escoria, pero de la peor, de por si, mira a todos los de aquí como pequeñas mierdillas que se dedican diariamente a joderle la vida, pero yo? Ah, yo soy un caso especial, con solo respirar, era vieja amargada me castiga, de echo, me recuerda a la vieja bruja de mi madre, pero no, nadie es peor que esa vieja bruja.

Y aun recuerdo a la señora Rose, esa puta chismosa, siempre se encargo de comentar por todo el vecindario que fuma yerba, estúpida anciana, no era culpa mía que ella fuera jodida mente molesta y que ni sus nietos quieran verla.

—Eh Mason!- me dice Selena, una de las chicas de aquí, me giro hacia ella y la miro- que pasa eh? Te estoy llamando desde hace rato- vuelve a decir mirándome.—

—Eh? No, nada- respondo volviendo a perderme en mis pensamientos.—

Johnathan....mi hermano, el hijo de puta de mi padre lo mato, un balazo en la frente, ahora que lo pienso, e visto morir a dos miembros de mi familia, primero John y luego Norman, el idiota de mi padre, solo falta.....mi madre

—Vendrá una niña nueva- dice Stella, la miro interesada.—

—Nombre?- pregunte, como cada vez que alguien nuevo viene, ya sea niño o niña.—

—Cortnie, tiene 10- vuelve a decir Stella comiendo, mientras yo juego con mi comida, Madame Tellman pasa a mi lado y finjo comer, cuando se va, volvemos a hablar.—

—Morirás de hambre si sigues así- dice Nadine metiéndose a la conversación.—

—Mira cariño, cuando diga perro, tu ladras, ¿va?- contesto sarcásticamente, ella solo bufa y vuelve a lo suyo- metida- murmure.—

—Pero tiene razón Elle- dice Helen sentándose a mi lado, la miro y vuelvo a mi conversación con Stella.—

—Entonces, ¿por que meten a una niña de 10? La ultima se suicido- dije apuntando a la ventana, donde había una clara vista del montón de tierra de tan solo un metro con cuarenta centímetros, en el cual estaba el cuerpo de Annie, la mas pequeña de aquí, se suicido hace tiempo, pero pareciera que fue ayer.—

Según Madame Tellman, somos como una familia, ella, es la mama, los maestros son los tíos, el señor de la limpieza es el abuelo, y nosotros, somos los hijos, ahora díganme, ¿en que tipo de familia enferma, le das sedantes a tus hijos, los castigas diariamente y si hacen una tarea mal, los dejas sin comer tres días? Ni hablemos de intentar escaparse, la primera vez, fue en los primeros días que estuve aquí, Camile, Justine y yo intentamos salir, pero, solo ellas lo lograron, o eso creí, pues justo a un lado de la tumba de Annie, habían dos bultos mas, en ese momento, prometí que no intentaría escapar.

También hay un doctor, es todo un viejo verde, pero no es nada comparado con mi padre, ademas, me da sedantes.

Hablando de doctores, ¿quien creen que tiene que ir con uno? Si, exacto, yo, se supone que cada semana, el mismo doctor viene a vernos, somos como vacas saben? Hasta numero tenemos, al llegar, nos tatúan en el cuello un numero, ¿que numero soy? 07926, el doctor se asegura de que estemos bien, ya saben, sin tos, sin resfriados, sin nada de eso, por que así, cuando vengan a visitar este infierno, crean que este es un lugar apto para todos nosotros y enviaran mas niños, y si, soy la numero 7926, y creo que hay al menos 80 o mas números luego, es como una granja, el bosque, es el cementerio para aquellos que no sirven o mueren en ''extrañas circunstancias'' pues nunca nadie sabe como mueren, solo los guardias, que son quienes siempre encuentran los cuerpos, jamas, ninguno de nosotros encontró un cuerpo, ¿por que creen que sea?


𝐀 𝐌𝐚𝐝𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 𝐀𝐧𝐝 𝐀 𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora