ᴜɴᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ [ᴜꜱᴀᴍᴇx] ♡

Cαριƚυʅσ 11

Volví y con máxima inspiración.

¯¯

—Hasta que por fin estás aquí—.

—Regresé para advertirte que no quiero que lastimes a mis amigos
¡¿Escuchaste pedazo de mierda?! No quiero que lastimes a Argentina por qué juro que te mataré aquí mismo.— Gritó con todas sus fuerzas Filipinas.

—Oye cálmate, no les haré daño pero si no quieres que les pase nada tienes que ayudarme con algo— Soltó una pequeña risa

—¿Qué es lo que quieres?— Preguntó nerviosa

—Necesito tú teléfono, lo tienes?—

—¿Mi teléfono?, esperame dejame buscar— Filipinas busco por su pesada mochila, saco su ropa y alimento que ella misma guardo ahí pero encontró de todo menos su teléfono, ella estaba segura de guardarlo antes de salir.

—N-No lo encuentro, estoy s-segura que lo guarde aquí— Empezó a temblar y soltar sudor al notar que Cuba le estaba apuntando con su arma en la cabeza, mirando como ella rebuscaba en su mochila desesperadamente.

—Vamos, ¡¿Dónde carajos lo escondiste?!—

—J-Juro que n-no está aquí C-Cuba suelta el a-arma— La voz de Filipinas está a débil, ella era muy sensible y desdé siempre le tuvo miedo a las armas.

—No sirves para nada, largate con tús nuevos amigos, corre antes de que cambie de opinión y te dispare en la puta cara, corre de una vez perra—.

Una vez Filipina escucho molesto a Cuba salió corriendo, su ropa estaba manchada con sangre y tierra por qué se hizo una herida a la hora de sacar su ropa y como cayó al suelo se lleno con tierra, mientras ella corría veía todo borroso, quería desmayarse pero tenía fuerza para aguantar, era de noche y de seguro no encontraría a nadie en ese maldito desierto.

Empezó a llover y las gotas caían en la cara de Filipinas, le ayudaba a estar despierta, su ropa estaba mojada ya qué en ese lugar llovía demasiado
fuerte.

——————————

—Hey Perú ya dime, ya no estás ocupado— Así es, Paraguay seguía con su interrogación

—No sé de qué teléfono me estás hablando Paraguay, disculpame—.

—Disculpame tú, ya no te voy a molestar— Paraguay se levanto de su lugar apuntó de irse hasta qué.

—Espera, ¿Te preparo algo para comer? Disculpa de verdad si crees que estoy siendo malo contigo, te quiero mucho, vamos dime que quieres comer—Preguntó Perú con una tierna sonrisa en el rostro

—No pasa nada no tengo hambre— Agregó Paraguay.

—Estás seguro?, no desayunaste ayer,
cosa rara de ti—

—No te preocupes, no tengo hambre, nos vemos al rato Perusito, gracias por darme la opción de comer, te recomiendo decirme eso mañana o más tarde— Se dio la vuelta y se retiro tranquilamente Paraguay.

Perú al ver que Paraguay ya estaba lejos, agarro su celular y le marcó a México para que venga a casa rápidamente.