A Lovely Romance

Acto 3 - Unión

Durante meses me estuve adaptando al lugar, conociendo la zona, personas, consiguiendo un trabajo de medio tiempo,  algunas amistades y manteniendome al día como dibujante de soporte en una editorial estadounidense. 

Mis acercamientos esporádicos con ▓▓▓▓ habían estrechado el cerco entre nosotros.

Me esforcé por hacerlo parecer natural, pero tampoco soy tan listo como para controlar todos los aspectos, aún así ella parecía confiar en mi y disfrutar de mi compañía.  Supongo que dedicarme a conocerla mejor que a mi mismo fue clave y ciertamente placentero, yo la amaba y también estaba consciente de que estaba obsesionado, pero solo podía sentir que estoy me hacía disfrutar más el vivir cada momento, conocer cada detallada y tener cada idea con todo lo que ella representaba.

Salimos juntos unas cuantas veces como amigos, ella salio sonreír mucho y nadie podría decir que esta chica ha sufrido cosas horribles, que alucinar, tener ataques de pánico y parálisis del sueño.     Nadie podría decir que su corazón y su alma estaban casi rotas.   Y ese casi, era el que me permitía verla sonreír y brillar aun.

—¿Sabes? Yo aún dibujo y lo hago profesionalmente.  Tal vez podríamos dibujar algo en conjunto.

Recosté mi espalda en el banco del parque y fije mi vista al cielo.

—Me encantaría, pero he perdido mi práctica dibujando ese tipo de cosas.

Ella estaba sentada a mi lado, cruzada de piernas con su visto fija en mi.

—Oye ▓▓▓▓▓ ¿Por qué fue realmente que viniste aquí?

—Para tener una cita contigo, ¿No?

Respondí sin mucho animo.

—No baboso, me refiero a este país... ¿Realmente fue por trabajo?

Ella ya conocía mi trabajo real a distancia, no había una razón para que yo me mudara a este país, en cuyo caso sería más lógico irme a estados unidos, así que mi viaje no tenía sentido.

—Tú... no viniste por mi, ¿Cierto?

Ella pregunto tímidamente casi encogiéndose. 

Durante años Internet, la realidad, amigos, extraños, enemigos, astutos e idiotas.  Todos han concluido en lo mismo.   Las mujeres son hipócritas, quieren amor real, pero cuando alguien esta dispuesto a dárselo, ellas se desinteresan, se aburren y se decepcionan.   Sabía lo que debía hacer, "No te creas tan importante", " Ja, claro, como no", "¿Realmente crees que haría algo así?", soberbia, ego, sarcasmo, una actitud que no me pusiese debajo de ella... Pero no pude.

—Yo... Nunca pude olvidarme de ti.

Baje mi mirada al suelo y mi boca empezó a soltar todo lo que mi corazón contenía y mi cerebro estaba desesperado por ocultar. 

—Yo siempre tuve mi juramento presente e hice todo lo posible para cumplirlo... Quería estar contigo, protegerte, hacerte feliz... me preocupabas, tenía miedo de que te y yo no fuese capaz de hacer nada por ti.

Suspire

—Por que yo te a...

Antes de que pudiese pronunciar más palabras, ella me había tomado de las mejillas y me obligado a verla a la cara para besarme de la nada.

Yo quede aturdido, mi corazón estaba a mil y estaba tan jodidamente emocionado que podría llorar. 

—Yo tampoco la olvide... tu fuiste el primer amor real que tuve en mi vida pero siempre pensé que habías avanzado tú solo y yo era una chica rara de internet con problemas que solo sería una molestia para ti.

Ella estaba por quitar sus manos de mi cara para retraerlas, pero yo tome sus muñecas y jale todo su cuerpo hacía el mío abrazándola.

—Eres todo lo que me importa y aún si fuese la piedra más pesada de todas, sería llevándote en mis hombros con felicidad... No quiero, no puedo y no voy a dejarte caer.

Ella recostó su rostro en mi pecho y pude oírla sollozar.

—Realmente nunca me había sentido tan segura con nadie... con nada,  ¿De verdad vas a cuidar de mi?

—Aún que me vaya la vida en ello.

Ese día calificó como el más feliz de mi existencia y contra todo pronostico posible... ella me quería.

Esa misma noche fuimos a mi casa y sin dejar mucho a las palabras, hicimos el amor en mi cama.

Había pasado tanto tiempo desde mi última vez que sentía como si esta fuese realmente mi primera vez.        Pero no era solo eso, el placer se mezclaba con la felicidad haciendo que mi cuerpo se bañara en un éxtasis indescriptible con cada simple rose de su cuerpo.   Mis limites parecían desaparecer y solo quería disfrutarla más y más...

Una vez cansado, deseaba continuar, pero el sol empezaba a asomarse, era un claro indicativo de que debíamos parar.

Desde ese momento, nos convertimos en novios, pero esta vez era real.