Pero no fue así y ahora estaba donde empecé, como evitar que se precipitará al vacío.
Es claro que sus demonios habían tomado el control y ya no podía soportar el seguir en este mundo.
—Sabes que te amo, que nunca querría esto para ti, daría lo que fuera para parar tu sufrimiento.
La abracé con fuerzas por que sabía que cuando la soltara, se iría para siempre.
—...
Ella no dijo nada.
—Sabes que lo di todo de mi porque para mi tu lo valías, no hay nada que me importe en esta vida, la única cosa por la que me esforzaba en seguir respirando, eras tú.
Empecé a llorar descontroladamente.
—Si no fuera por ti, ya me habría ido de este mundo, y sin ti, no queda mucho sentido que siga en él.
El viento parecía rugir en mi nuca con más fuerza cada segundo, la deje escurrirse entre mis brazos.
Me puse al borde del precipicio dándole la espalda al abismo.
—Si no puedo hacerte retroceder, llévame contigo. Si vas a irte de este mundo, quiero irme contigo entonces.
Si la idea de matarme con ella la hacía retroceder, me haría feliz que se rindiera y diera media vuelta, si me empujaba con ella, entonces no me importaría morir así.
—...
Respire profundo, unos segundos pasaron y yo estaba convencido de que estaba asustada, no había dicho nada desde que me dijo que iba a acabarlo todo... Me lo dijo, ¿No?
Sentí como sus manos se plantaron en mi pecho y cuando sentí un poco de presión, lo entendí.
La abracé con fuerza y ambos dejamos ir nuestras piernas.
La gravedad nos estaba reclamando para el suelo y milésima por milésima, la velocidad aumentaba, sentía el aire golpear mi cuerpo y ensordecer mi oído.
El tiempo parecía una vez más, ralentizado.
Mi corazón amenazaba con abandonar mi pecho y me costaba respirar. Mi instinto de supervivencia estaba pateandome con miedo antes la absoluta e indiscutible realidad de mi pronta muerte.
Pero mi mente y mi alma lo ignoraban, este era un recuerdo feliz, mi último recuerdo feliz.
Todo el mundo sufre la incertidumbre de la muerte.
Como, Porque, Cuando.
Y yo había podido elegir las tres cosas.
Racionalmente debería tener miedo, pero estoy feliz.
Mi consciencia se desvanecía... Quería mantenerme...
Consciente...
Hasta el último...
instante...
Pero no pude...
estarlo...
cuando...
...
...
...
..
..
..
.
.
.
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A Lovely Romance
Roman d'amourLa perspectiva de lo que es el amor siempre es diferente en la mente de cada ser humano, cada quien ama como quiere y ama como puede. Cuando esta perspectiva se vuelve extrema y se toma como la única realidad posible, es cuando el "amor verdadero"...