Noveno

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Era la segunda vez que Cenred había convocado a los Señores de Dragones al castillo esa semana.

"Esto se está volviendo cansado" murmuró Balinor mientras los cinco se dirigían a la sala del trono. "¡Por favor, díganme que no va a querer que Kilgharrah lo lleve a la arena o algo así!"

"¡Podría llevar una guirnalda de flores! ¡A él le encantaría!" exclamó Merlin, sonriendo y Balinor frunció el ceño.

"No te rías cuando estemos frente al rey, Merlin. No tiene sentido del humor. Y mantén a Aithusa bajo control esta vez, por favor"

Merlin no se molestó en señalar que Aithusa se había portado muy bien hasta que Morgana la llamó, y no fue culpa suya lo que había sucedido.

"Sí, padre" respondió Merlin, y se las arregló para parecer tan arrepentido que Balinor y Finna se rieron. "¡Oh, no se rían delante del rey ustedes dos!"

Alator los hizo callar a todos cuando se abrieron las puertas del salón del trono. En el interior, Cenred y Morgana estaban sentados en sus tronos. Morgause se interponía entre ellos. Merlin se preguntó por qué no solo tenía un trono propio. No era como si su posición como amante del rey fuera un secreto.

Morgana parecía abatida, pensó Merlin mientras se acercaban. Parecía cansada, como si le hubieran quitado gran parte de sus fuerzas y no los saludó. Sus ojos estaban en Aithusa, y solo en ella. Él se preguntó qué había pasado.


Morgause había estado antes al otro lado del trono. ¿Morgana había intentado enviar un mensaje a través de Aithusa en su última visita después de todo, y ella lo interceptó? No había forma de saberlo.

"Balinor" exclamó Cenred, sin molestarse en una pequeña charla. "Debes tomar tus dragones y volar hacia el norte. Mithian de Nemeth se ha casado con el Rey Æthelfrith de Deira y están convocando un ejército contra nosotros. No tienen protección contra los dragones. Debes tomar al Gran Dragón y arrasar su reino hasta los cimientos"

"Señor" protestó Balinor. "Kilgharrah no es un arma. Es una bestia noble que ayudará a sobrevivir a todos y..."

"Sin duda sobrevivirás si no me obedeces" Cenred le advirtió. "Lord Alator y Lady Finna te acompañarán. Lord Orn y su hijo permanecerán y administrarán la exhibición en la boda según lo acordado. Tu esposa y tu hijo permanecerán aquí en Essetir hasta que regreses. En caso de que tengas alguna idea sobre cómo volar y no regresar"

La amenaza implícita flotaba en el aire. Balinor miró a Cenred durante largo rato, con la mirada impasible bajo sus pobladas cejas. Finalmente, el Señor de los Dragones asintió con la cabeza.

"Como desee, mi Rey"

Merlin trató de no mostrar lo decepcionado que estaba con su padre por capitular de esa manera. Pero fue difícil. Su tendencia natural siempre había sido mostrar sus emociones y realmente quería darse la vuelta y decirle a Balinor exactamente lo que pensaba. Pero no podía hacer eso frente a Cenred y aún así esperar que se le permitiera volver a acercarse a Morgana. Así que se mordió la lengua y trató de concentrarse en hacer que Aithusa se quedará quieta a sus pies. Esa vez, para estar seguro, la tenía atada. Ella siguió intentando morderlo. Solo esperaba que se mantuviera en una pieza durante toda su visita.


"Estos son los mapas" Cenred le tendió un rollo de pergamino enrollado. Balinor se acercó y lo tomó. "Tus instrucciones también están ahí, en caso de que las olvides o afirmes haberlas malinterpretado. Ahora vete. Æthelfrith y su nueva esposa serán asesinados. Deira será borrada de los mapas. Una advertencia para todos aquellos que se opongan a Essetir"

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