La fuerte lluvia torrencial azotaba con fuerza las copas de los árboles, ya no siendo capaz de retener por más tiempo el agua y dejando de servir como una cubierta para estar seguro de la lluvia. Los vientos eran salvajes, llevando las gotas de lluvia en diferentes direcciones y siendo prácticamente imposible estar a salvo del agua. El galopeo rápido de dos caballos resonaron por los suelos del bosque, chapoteando al toparse con los diversos charcos de agua provocados por la lluvia.
Un precioso caballo de color café tomaba la delantera, liderando el paso junto a su jinete de cabello castaño y ojos del mismo color. El hombre de aproximadamente 18 años de edad, poseía de un dispositivo circular creado con plata específicamente, parecía ser una brújula, pero desprendía de un aura azul junto a pequeños destellos que rodeaban el objeto, iluminando el rostro de aquel chico de tez blanquecina. Quizás el nombre más acertado al objeto de plata mágico podría ser "localizador", puesto que les permitía descubrir la ubicación de ciertas criaturas que pudieran presentar un peligro exponencial para la humanidad.
Detrás de él, su compañero le seguía desde cerca sobre su caballo blanco. Era menor en edad, alrededor de 15 años probablemente, pero la mayoría solía pensar que podría ser al revés, puesto que el hombre de cabello rosado tan largo era mucho más maduro que el castaño. Los ojos color sangre del jinete de caballo blanco estaban fijos en quien estaba en la delantera, siguiendo sus pasos y esquivando los obstáculos que podrían atravesarse en su camino.
— ¡Es aquí, Technoblade! — gritó el mayor de los dos adolescentes, tirando ambos de las riendas para así detener el galopeo de sus caballos, bajando de estos mismos cuando fue seguro hacerlo.
El llamado Technoblade agitó su gran capa roja para revelar la serie de armas e instrumentos que poseía en su cinturón semejante al color oro, tomando de allí una pistola con un diseño bastante antiguo, pero estando lo suficientemente cuidada como para incluso brillar, seguidamente tomó un par de balas, de plata específicamente, y se encargó de recargar el arma con estas, asegurándose de que todo estuviera bien antes de ofrecérsela al castaño.
El de ojos cafés no mostró dudas al tomar el arma con una de sus manos, revisando por última vez la pantalla de su localizador, el cual marcaba un punto rojo brillante justo al frente de ellos. Una vez guardó el dispositivo mágico en el bolsillo de su chaqueta marrón, dio un par de pasos al frente, apartando las plantas que obstaculizaban su visión para así dejar a la vista una pequeña cueva donde cualquiera optaría por quedarse para resguardarse de la lluvia.
El de cabello rosado posó una de sus manos en donde se ubicaban sus dagas de plata, preparándose para lo que sea que pudieran encontrarse en aquella cueva mientras se iban acercando sigilosamente a esta. No era muy profunda, por lo que el brillo que se reflejaba en la luna era suficiente como para iluminar la cueva, revelando al pequeño niño de cabello negro que parecía sentado en medio de esta.
Está completamente empapado a pesar de resguardarse debajo de un techo, sus ropajes estaban en su mayoría rotos por zarpazos de procedencia desconocida, además de estar lleno de tierra y algo de sangre. Su apariencia era completamente deplorable, su cabello negro llegaba mucho más abajo de sus hombros, su cuerpo parecía incluso más delgado de lo normal, como si apenas estuviera sobreviviendo a base de agua, y además, sus ojos azules eran opacos, carentes del típico brillo de inocencia que cada niño porta, pareciendo revivir un trauma que dejó una marca permanente en su manera de ver el mundo.
La mirada rojiza del menor de los dos le recorrió con cuidado, buscando colmillos sobresaliendo de sus labios, quizás algún cuerno o alas que demostraran que no se trataba de un humano, pero su apariencia parecía ser completamente normal. Al menos así lo fue, hasta que un gruñido se escapó de sus labios, retorciéndose un poco mientras sus manos abrazaban su propio estómago, revelando como sus uñas se convirtieron en pequeñas garras, todos sus dientes se afilaron hasta asemejar a los colmillos y sus iris azules parpadearon unos segundos, amenazando con tornarse rojo, pero volviendo a la normalidad segundos después.
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Hunter | Sleepy Boys
Fanfiction➸Technoblade ha cazado durante años todo tipo de criaturas sobrenaturales que los humanos no podrían ni imaginarse, dejándose llevar por su sed de sangre y de venganza, teniendo como su único objetivo exterminar cualquier especie que tuviera un pode...