Capítulo Dos

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"Manos con pequeñas cicatrices se encargaron de envolver sus manos con vendajes limpios, teniendo cuidado de no ajustarlas con mucha fuerza pero asegurándose de que se quedarían en su lugar sin importar qué. Las iris rojizas del menor sólo observaron cómo sus manos estaban siendo vendadas, escuchando el suave tararear de su hermano mayor que se detuvo una vez hubo culminado.

Ya está todo listo — el pequeño de trece años sonrió mostrando uno de sus dientes faltantes, lo que lo hizo recordar como presumió el hecho de que debajo de su almohada recibió una daga de plata a cambio de su diente de leche; bastante infantil para alguien que entrenaba para asesinar criaturas — Ahora en los entrenamientos tus nudillos no deberían sufrir mucho — aseguró antes de dar suaves palmadas en una de las manos ajenas, colocándose en pie para empezar a colocar en su lugar todo lo que utilizó para curar sus nudillos.

Techno observó sus manos cuidadosamente vendadas, volviéndolas puños por un segundo antes de alzar su mirada y fijar su atención en el castaño de ojos cafés. Él jamás se preocupó por sus propias heridas, en realidad no les importaba en absoluto, de una u otra manera el dolor era temporal y si hablamos de la muerte, él no posee el privilegio del descanso eterno.

Sin embargo, desde su llegada, Wilbur siempre se preocupó del que estuviera bien, que sus heridas fueran atendidas, que comiera y pudiera sentirse cómodo. Lo más cercano que tuvo a una familia fue una madre, y aunque ella se preocupó, estaban relacionados por sangre, el castaño ni siquiera era su verdadero hermano, no legalmente, y nunca lo serían. Pero lo trataba como tal, se refería a él como tal y no le importaba que el de ojos rojizos no hablara mucho, se conformaba con ser escuchado como entendido.

Se sentía extraño, porque la calidez de una familia jamás la ha sentido, por lo que no sabe cómo reaccionar a esta.

Gracias... Wilbur.

Pero está agradecido, y sinceramente cree que puede acostumbrarse ello.

Los ojos cafés del mayor se enfocan con sorpresa en él, asimilando unos segundos sus palabras antes de sonreír con emoción, asintiendo suavemente antes de continuar con lo que estaba haciendo. Techno devuelve su mirada rubí a los vendajes de sus manos, con sus ojos brillando ligeramente."

Parpadea rápidamente y el recuerdo ha desaparecido, observando el vendaje descuidado en su mano, con intenciones de proteger el corte en su palma que obtuvo al sostener el filo de su espada en la batalla. El simple hecho de apretar su mano en un puño lo hace quejarse ligeramente, pero ha recibido heridas peores, por lo que no es un problema lidiar con ello.

Una vez todas sus heridas están cubiertas, procede a guardar todo lo que ha utilizado en el botiquín, ignorando los rayos del sol que se cuelan por una de las ventanas de la sala. Con una toalla húmeda se encarga de borrar las gotas de sangre que mancharon el suelo y la mesa de madera donde se ha curado, a lo que una vez todo está limpio y en su lugar, decide recostarse en el sofá mientras su brazo cubre sus ojos.

Sabe que no será capaz de conciliar el sueño, pero utiliza ese tiempo en meditar su situación. Primero que nada, debe conseguir otras botas de cuero, porque se niega a tener una mordisqueada por un jodido perro, segundo, necesita un plan ahora que sabe que ambas criaturas rondan el bosque nuevamente, y tercero pero no menos importante, necesita una nueva espada.

No considera su anterior enfrentamiento una derrota, todo lo contrario, aparte de ayudarlo a conocer el terreno, sabe lo débil que se encuentra el vampiro y lo importante que es él para el hombre lobo, por lo que puede utilizar aquellos dos detalles a su favor. Una vez aquellos dos estén fuera de su camino, ya nada podría acechar a la humanidad y su familia estará a salvo, al menos, lo que queda de ella.

Hunter | Sleepy BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora