Flufftober 2021

Día 3 - Rannett

Razor corría arduamente por el terreno irregular, sosteniendo fuertemente la mano de su compañero, buscando con la mirada cualquier lugar que pudiera servir de refugio, algo para que ambos pudieran resguardarse de la lluvia y no terminar empapados, con el riesgo de resfriarse o peor aún, de que, con la suerte que siempre le adjudicaban a Bennett, pudiera caer algún rayo demasiado cerca de ellos.

No soltaba la mano de Bennett pero parecía no encontrar nada satisfactorio, las construcciones de los hilichurs podían ser una opción pero vencerlos ocuparía el tiempo necesario como para acabar empapados, los árboles apenas podían ofrecer un ligero resguardo pero no era suficiente, las ruinas no eran opción pues no quería quedar atrapado de nuevo por días y peor aún, hacer que Bennett le diera su comida a riesgo de que su novio no comiese nada por un buen rato.

A lo lejos divisó una pequeña cueva, si bien no era la mejor opción, al menos podía servir de algo pero ver los pares de slimes que brincaban le hizo desistir, pelear dentro era poco viable con su arma y pelear fuera daba el mismo resultado que competir con los hilichurs por un lugar para resguardarse.

A lo lejos pudo ver una pequeña construcción, Aether alguna vez mencionó que en esas pequeñas cúpulas llegó a encontrar valiosos tesoros pero ahora estaban vacías y podían servir como resguardo. Razor estaba tan ocupado en encontrar un lugar para ambos que no notó en qué momento el agarre del brazo de Bennett se había aflojado y ahora de había resbalado en una de las tantas irregularidades de la montaña, haciéndole caer directamente a un pequeño campamento de hilichurs, directo hacia los problemas que tanto había tratado de evitar.

El sonido del golpe fue suficiente para alertar a las criaturas y hacerlas ponerse a la defensiva, comenzando a atacar tan pronto como tomaron sus armas.

Bennett se quejó del golpe pero pronto se puso de pie, sacando su espada ligera para comenzar la batalla mientras Razor le seguía, cayendo de golpe sobre los enemigos con el mandoble que estaba listo para acabar con el peligro aunque ambos terminarían empapados.

La batalla no fue demasiado larga o excesivamente peligrosa, después de todo aquellas criaturas eran comunes y quizá de las más débiles entre los mounstros que había en el abismo, sin embargo fue el tiempo suficiente como para hacer que ambos jóvenes terminasen empapados, después de todo la lluvia aminoraba la intensidad de las llamas del fuego que Bennett creaba aunque hacía más fácil sentir la electricidad que Razor desprendía con cada golpe, provocando al final que con lo empapados que estaban, Bennett sintiera un ligero choque eléctrico cuando trataba de entrelazar sus dedos con los de Razor, acabando por reír divertido.

—¿Quieres regresar a Monstad?— preguntó Bennett ya sin preocuparse por estar empapado, la lluvia parecía estar lista para instalarse toda la tarde y quizá parte de la noche en ese lugar —O si quieres podemos buscar una cueva para cocinar algo— sugirió sintiendo los toques a cada que se negaba a soltar la mano de Razor pero igualmente estaba feliz, encontrar a ese muchacho criado por los lobos había sido parte de la suerte que todos decían no tenía pero ¿Para que quería encontrar grandes tesoros si Razor ahora era su compañero? Era la dulzura y la calidez que llenaba su corazón.

Razor veía a Bennett un poco preocupado, él ya se había acostumbrado al poder de la electricidad, era normal para él la sensación que llegaba cuando caía la lluvia pero ver cómo Bennett sostenía su mano tan insistentemente le hizo sonreír un poco antes de responder más contento.

—Bennett mojado, Bennett necesitar fuego, no poder enfermar— afirmó Razor en su lenguaje aún precario pero lograba expresar la preocupación por su novio y quitarse la premura por escapar de la lluvia, después de todo siempre que trataba de evitar la lluvia acababan empapados.

Aún recordaba claramente la primera vez que había sostenido la mano de Bennett, había sido en una tormenta bastante fuerte, Bennett parecía abrumado por el agua y el viento que eran bastante fuertes, haciéndole más lento y vulnerable, logrando que casi cayese un rayo sobre de él pero Razor había reaccionado apenas a tiempo, tomando su muñeca con fuerza para tirar de él con tal fuerza que ambos fueran a rodar un poco por el piso pero logrando el agradecimiento y la admiración de Bennett.

También recordaba cuando la lluvia les había atrapado a mitad de una pelea con varios Hilichurs y un mago del abismo, haciendo que Bennett sufriera un poco con el hielo que le impedía moverse, acabando al final abrazados en una cueva frente a la hoguera para tratar de frenar el temblor constante en el cuerpo de Bennett.

No olvidaba aquella ocasión en que estaban admirando el lago de Sidra, admitiendo que habían sentimientos más profundos entre ellos, ignorando deliberadamente un par de nubes que parecían ser un presagio de lluvia, ocupados únicamente por expresar sus sentimientos y acabando un poco mojados por la ligera llovizna que les permitió ver un hermoso arcoiris.

Y que decir de su primer beso, estaban juntos en el cañón estrellado, buscando tesoros, quizá un par de flores, cualquier cosa era buena mientras fueran juntos, divirtiéndose mientras Bennett hablaba de sus aventuras que no acababan muy bien hasta que Razor se había acercado tímido pero sin detenerse hasta poder juntar sus labios de modo tan inocente que Bennett se avergonzó por haber querido un beso más formal, quizá algo más a lo que alguna vez había escuchado de otras personas pero no pudo ir más allá, no cuando un trueno poderoso se escuchó caer cerca de donde estaban y la lluvia había caído con fuerza.

Ahora estar allí empapados, no importaba el frío o el agua que no se detenía, estar así provocaba que Bennett se sintiera feliz ¿Quizá está ocasión podría obtener un mejor beso de Razor? Habían practicado un poco entre ellos después de esa primer cercanía pero ver la genuina preocupación de su novio le hizo tomar sus mejillas y acercar sus rostros, apoyando su frente en la del otro chico hasta mostrar su felicidad mientras rozaba juguetonamente su nariz con la de Razor.

—Vamos a prender una fogata, prometo no enfermarme— aunque Bennett lo estuviera diciendo, lo más seguro es que iba a acabar con un pequeño resfriado pero nada importaba en esos momentos, aunque para otros podía parecer una escena desafortunada el estar empapados y con peligro de resfriarse, para aquellos jóvenes iba a ser la perfecta excusa para pasar un rato abrazados frente al agradable fuego, quizá planeando sus nuevas aventuras o simplemente compartiendo un par de besos cargados de amor.