Desconcertada lo mire a la cara. Hubo silencio por unos segundos hasta que Taiju volteo su rostro a otro lado — Olvidalo, no te haré nada, solo fue un escarmiento para mi hermana. No soy de ese tipo de personas que llega a tales extremos.
Todo esto lo dijo mirando a otro lado y..un poco ¿avergonzado? sin duda su rostro daba miedo cuando se enojaba, pero, ahora no se parecía nada a la expresión que intentaba ver en ese momento, hasta en su tono de voz cambiaba.
—Eres un estúpido imbécil.—exclame mientras me acercaba a la puerta para así poder salir de ese lugar, pero, Taiju se postró delante de está , cerrando mi paso.
—Claro, claro lo soy, como tú digas.
—Quítate de mi camino.—Hubo forcejeo de mi parte, pero, era inútil, tomó mis dos manos y me acercó a él dando un beso inesperado subido de tono, no era un pequeño beso, ¡parecía como si quisiera comerme!
Me hizo retroceder a esto yo seguía forcejeando con él, me sentó en la esquina de la cama para después acostarme y darme una cachetada—ah~...¡que te pasa imbecil!—me tomó del mentón y siguió besándome—Sino coperas será más difícil. —Dijo mientras bajaba su boca a mi cuello besandolo. Estaba encima de mí, acostados en la cama.
Me estremeció al sentir su peso y respiración pesada en mí .
—¿Sabes quién es el tipo del que tanto habla Yuzuha? —Pregunté indignada, no podía sacarme de la cabeza a ese tipo, la curiosidad por saber quién era me carcomia de ansiedad.
—Hablas—Besó—De—Besó—Mitsuya—Sigo besando mi cuello bajando poco a boco a mi pecho. Prosiguió sin antes mirarme cara a cara— Ella siempre ha estado enamorado de él. Hasta yo me di cuenta, jajaja.—
Esas palabras hirientes fueron la que me quitaron las esperanzas de poder haber tenido una verdadera relación, seria y oficial con Yuzuha. Al solo escucharlas me abrume y el sentimiento de enojo fue el que se apoderó de mi en ese momento, sin darme cuenta que mis ojos se cristalizaron por las lágrimas que trataban de salir sin mi permiso.
Lo besé fuertemente para así no derramar lágrimas y no pensar en la declaración que hizo.Él aceptó el besó con más ganas y prosiguió con quitarse la ropa y de pasó la mía también, no me resistí a quitarle su corbata y jalarlo hacía mí para darnos otro beso bastante candente. Tuvimos sexo esa noche.
Escena +18
—Volteate.—exclamó.
Hice caso y me voltie, él encima de mi dándole la espalda, empezó a meter poco a poco su miembro ya erecto que goteaba liquido preseminal, pero, era inútil no hacerme daño en el proceso, ya que, era demaciado grande. No estaba segura si eso iba a caber en mí completamente, esto me estremeció y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Empezó dando embestidas lentas, su respiración y jadeos pesados y relajados conectaban con la mía, esto lo hacía más excitante. Ya estando mi parte intimida bastante húmeda dando entender que ya estaba lista para proseguir con el acto. Taiju exclamó.
—Cambiemos de posición ¿Está bien?
—Si~
—Pequeña eres muy obediente~.
Me acosté de lado, el tomó una de mis piernas, y empezó a penetrarme más rápido y duro que antes. Mis gemidos salían sin siquiera pensarlo, al darme cuenta trataba de no hacerlos, aguantandome las ganas de gemir. Se escuchaba de fondo en la habitación como rechinaba la cama.
Él estaba extasiado de la vista tan magnífica que tenía de mí, casi no podía pensar con claridad, ni quería hacerlo en ese momento, solo sentía su miembro palpitando dentro de mí, al ver mi abdomen me había dado cuenta que tenía un bulto.
—¡Mierda, mierda, mierda!—exclame de forma alterada. Él se acercó a mí cara para darme otro besó más candente y húmedo, tomándome del cuello apretandolo levemente. Hasta que apuntó de venirnos el retiro su miembro de mi entrada y se vino afuera en mi abdomen, yo en cambio me vine a medias. Los dos nos relajamos y quedamos extasiados.
Taiju se acostó a mi lado y por mi parte le di la espalda a lo que él me abrazó y besó mi hombro y espalda. Minutos después él se paró y empezó vestirse y salió de la casa, como si nada hubiera pasado, sin antes despedirse a secas.
—Nos vemos t/n, cuidate.
Yuzuha apenas y estaba conciente, le tomó otros minutos en estar meramente en juicio [es decir, pensar con claridad] y darse cuenta de lo que había sucedido.
Fue al cuarto donde me encontraba como pudo, ella me encontró vistiendome.
—T/n pasó algo?! estas bien?! enserio lo siento mucho. —
—Tranquila, no pasó nada.
—¡No sé cómo mirarla a la cara con esta vergüenza! — Pensaron al mismo tiempo ambas.
—No me mientas! Entonces si no paso nada ¿por qué te estas vistiendo?
—Ah...eso, forcejeamos un poco y terminó yéndose.
—Ese cretino me las pagará. —Pensó Yuzuha.—No puedo siquiera mirarla a la cara con dignidad.
—Sé que es repentino, pero, debemos terminar...
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