[5]

1.6K 116 20
                                    

______________🔥______________

El deseo de la carne es tan poderoso, que es jodidamente difícil detenerse una vez comienzas.

Si alguna vez pensaste que el sexo es horrible.
Entonces nunca haz tenido a Chat Noir entre tus piernas.
_________________

[Antes de empezar, es mí deber como escritora informar que el capítulo que leerán a continuación tendrá escenas algo subidas de tono. Cabe aclarar que nunca he escrito algo con contenido lemon, así que daré mi mayor esfuerzo e imaginación para que puedan disfrutarlo.

Sí eres menor, por favor atenerse a leerlo, o sólo saltate esa parte.

Adrien narrará parte del capítulo.

Sin más que informar ¡Comencemos!]

[↓]

No sabía exactamente que pensar, estaba y me sentía realmente extraño.

¿Y cómo no? Si tenía a una diosa rubia de ojos azules sobre mí.

Sentía que empezaba a perder mis cinco sentidos, no los tenía ahora mismo en uso. La miré detenidamente, cada parte de su fino y bello rostro, llevé una de mis manos a su mejilla y acaricié esta suavemente.

—Chloé... Perdona me —Ella me miro completamente confundida y algo sonrojada.

—¿Debería perdonarte algo?

Yo asentí y bajé la mirada. Ella al ver esto con sus dedos tomo mi mentón, y me obligó a verla.

—No tengo nada que perdonarte, no eres Adrien — Me mostró una sonrisa hermosa, y yo me sentí horrible.

La estaba engañando, y eso me mataba.

No quería seguir fingiendo. No podía seguir haciéndolo.

La miré fijamente, viendo sus hipnóticos y únicos ojos zafiros, se veían tan bellos con los leves rayos de la luna reflejándolos. Me permití observar cada detalle de su rostro hermoso;

Aquellos que me di el tonto lujo de ignorar.

»Creo que de verdad debo volver a usar lentes. Porque no haber visto semejante belleza, es de locos«

Debería ser un delito negar la belleza de esa despampanante chica

Podía notar como nuestros rostros se acercaban lentamente, y no sabía si quería detenerme o seguir.

—¿Hace cuanto no me besas?— Tarde me di cuenta de la pregunta que recién había hecho. Ella posó sus ojos sobre mí algo confundida.

»Ahora no eres Adrien, ¡Ahora no eres Adrien, idiota!«

—Mmm...— Su silencio me inquietaba, ¿ya me habrá descubierto? ¡Estoy tan muerto! — Hace... ¿Cuatro días?

Su afirmación y al mismo tiempo pregunta me dejo con la cabeza dando vueltas.

¡Cierto! ¡Cómo Chat Noir también la besé!

Lo Que Una Vez Hubo Entre Nosotros. [Adriloé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora