Lo Que Una Vez Hubo Entre Nosotros. [Adriloé]

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Una noche, solo bastaba una noche para que su corazón bombeará por alguien más.

Por aquel gato misterioso, que sin ella saberlo escondía bajo su antifaz a el chico que ella añoraba su corazón le perteneciese.
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El héroe gatuno más reconocido de la ciudad de París, corría y saltaba de tejado en tejado a presuroso. No hallaba que maniobra o alguna de sus habilidades utilizar para llegar más rápido a su destino, el hotel Le Grand París.

»Por favor, qué aún no sea demasiado tarde para arreglar las cosas «

Luego de dar un ultimo salto este aterrizo de manera limpia y ágil en el balcón de la habitación perteneciente a la más joven de los Bourgeois. El suspiró, e intento recuperar el aliento luego de esa rápida recorrida para poder llegar.

El minino, se acercó a la gran puerta corrediza para abrirla y entrar por ella como si de su propia casa se tratase. Al estar finalmente dentro de la habitación, recorrió la misma con la mirada encontrando rápidamente a la Bourgeois frente a su gran peinadora, cepillándose su ya muy largo, suave y sedoso cabello.

Con una sonrisa aliviada llegó hasta donde estaba la chica, y se colocó detrás de ella.

—Mi Queen, pensé que ya estaría dormida en sus aposentos —La diversión y algo de jadeo se escuchó en la voz del chico. La rubia lo vio por el espejo y le sonrió, terminado de cepillar su hermoso cabello, para dejar el cepillo a un lado, y voltear por completo su cuerpo a verlo.

Él la apreció detenidamente por primea vez en años. Y ahí se  pudo dar cuenta que solo habían cuatro palabras para describir a esa diva, arrogante y dulce rubia.

Belleza imposible de alcanzar

Sí algo había aprendido el modelo de la dama que tenía en frente estado en su forma heroica, era que; amaba leer y escribir historias de suspenso y misterio. Le gustaba la música pop en tres dos idiomas (además de el suyo) Español e inglés. Debía estar siempre perfecta, aunque nadie la estuviese viendo
Disfrutaba caminar por el parque pasando desapercibida, entre otras cosas.

»Siendo raro ya que ama ser el centro de atención «

Pensó él sin dejar de mirarla con una tierna sonrisa.

—Bueno, pensaste mal Chaton. Estoy muy despierta —Le sonrió y rodeó la cintura de el gato humano, aún estando en su silla —Y esperándote.

Él sonrió, ella le devolvió la sonrisa.

—Para mí es un gran honor saber que su eminencia me espera, aunque sea muy entrada la noche —Le mandó una pícara sonrisa, acercándose a ella con cautela y decisión. La de mirada zafiro no se movió ni un centímetro — ¿Algo que contarme?

Al oír esa pregunta la chica se desvío la mirada el espejo., el cual reflejaba su rostro acongojado. Cosa que el héroe no pasó desapercibido.

—Bueno... —Ella reprimió un suspiro pesado — Hoy hablé con Adrien Agreste.

El chico alzo una ceja fingiendo no saber nada de el asunto, aunque, obviamente ya estaba más que enterado de el asunto.

—¿Así, y qué dijo?

—En pocas palabras... Me rompió el corazón — pasó su lengua por sus labios, repentinamente los sentía terriblemente secos. Chat no dijo nada.