-Se que soy insoportable, egoísta y una causa perdida. La oscuridad dentro de mi es enorme. Se que tú también lo sabes.... Y aún así te quedaste conmigo. Así que gracias.
Una adolescente que acaba de salir de rehabilitación; conoce a un delincuente...
—¿Sabías que Van Gogh comía pintura amarilla porque el amarillo era un color brillante y él pensaba que comer eso lo iba a hacer feliz?
—¿De qué hablas? —Mitsuya me miro algo confundido y a la vez interesando en lo que iba a decir.
— Todos pensaban que estaba loco por comer algo tan venenoso y toxico — Mire por unos instantes hacia el cielo de esa noche poca iluminada y regrese mi vista de nuevo a él — Pero si lo miras desde un lugar menos juicioso te das cuenta que es como cualquier otro.
— No te estoy entendiendo Mashiro — El rostro de Mitsuya expresaba totalmente su confusión.
—¿Quién realmente quiere tomar alcohol por el gusto? todos quieren emborracharse y olvidar. Nadie fuma marihuana porque le gusta el sabor, la fuman porque los hace más felices — Solté una pequeña risa, pues era justamente lo que yo hacía, necesitaba embriagarme de algo para permanecer aquí —¿Por qué crees que esa chica se queda con el chico que la engaña? Porque cuando no la está engañando, la hace feliz, aunque eso sea malo — Regrese mi vista al cielo, no había ninguna estrella y la luna tampoco se lograba ver, pues las nubes grises de la tormenta que se avecinaba teñían el cielo.
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— ¿Eso es lo que piensas? — Mire a Mitsuya, sus ojos me miraban queriendo entenderme por completo. Pero si lograba entrar a mi mente lo único que lograría encontrar sería un vacío blanco.
— La realidad es que todos estamos desesperados buscando la forma de ser felices, aunque no sea bueno para nosotros — Una tenue luz se hizo presente, mire de nuevo al cielo y una nube se había despejado dejando ver a la brillante Luna — Como que todo lo malo que hacemos es nuestra pintura amarilla.
