Capítulo 2 "Rojo"

36 3 1
                                    

AVISO: Contenido sensible, lenguaje vulgar, consumo de sustancias, etc.

Al quedarme sola en aquel callejón oscuro me sentí abrumada por lo que acababa de suceder, las lágrimas que había soportado comenzaron a brotar de mis ojos.

No tenía otra opción que volver a casa, me tomo otros 30 minutos regresar, por suerte Fuyu aún no había regresado de su reunión, mamá tampoco estaba en casa, así que simplemente subí a mi habitación y traté de dormir.

La madrugada fue pesada, no logre dormir casi nada tratando de contenerme de inhalar cocaína para terminar haciéndolo de todos modos y dormirme pasadas las 6 de la mañana.

La madrugada fue pesada, no logre dormir casi nada tratando de contenerme de inhalar cocaína para terminar haciéndolo de todos modos y dormirme pasadas las 6 de la mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo que había pasado esa noche, no me dejaba dormir tranquila y un sin fin de preguntas rondaban por mi cabeza.

¿Qué había hecho aquel chico para que lo golpearan a tal grado?

¿Quién era?

¿Estará bien?

¿Por qué me miro de esa manera antes de irse?

El sonido cortante de mi alarma por la mañana y la luz fugándose por las cortinas me despertó, sentí un pequeño bulto a los pies de la cama y me encontré a Peke J durmiendo plácidamente.

El sonido de la puerta golpeado la pared mientras se abría resonaba en el cuarto me asustó, Chifuyu había entrado a mi habitación.

—Hey despi...Creí que seguías dormida—Llevaba consigo una cubeta con agua.

—Pues ya vez que no ¿Qué planeabas hacer con eso? ¿Despertarme como un animal salvaje?

—Solo era una idea por si no lograba despertarte. El desayuno ya está listo

Seguí a Chifuyu a la planta baja de la casa, en el comedor se encontraba servido un jugo de naranja, un poco de sopa de miso y arroz con verduras y un poco de carne.

—Wow Fuyu, me voy dos meses y te vuelves toda un ama de casa—Me senté en la mesa esperando a que él se sentara a comer conmigo.

—Bueno cuando te fuiste mamá comezón a trabajar más para pagar la terapia, no regresaba mucho a casa así que tuve que aprender.

Sentí una punzada en el pecho, sabía que les había jodido, pero no tanto.

—¿Qué pasa es que no confías en mis técnicas culinarias?

Note como Chifuyu me miraba preocupado. No planeaba joderle también el desayuno.

—¿De 1 al 10 que tan toxico es para la salud? ¿Necesitare un laxante después?

—Joder Shiro, si no te la quieres comer dilo, pero no me ofendas tanto.

Comencé a reír por la cara ofendida de Chifuyu —Bromeo, así termine en el hospital por intoxicación me comería tu comida sin problema—Tome el primer bocado y mire a mi hermano con una sonrisa.

Pintura Amarilla - Takashi MitsuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora