Capítulo 4 "Gris"

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Volvió a alejarse de mí, para gritar de nuevo —¿Alguien en esta fiesta conoce a Shiro? ¿Ustedes saben quién mierda es esta perra? Sera mejor que alguien hable o esta perra se va a ir a la mierda

—¿Qué mierda Koko? ¿Qué puto escandalo estás haciendo? Te dejo solo 5 minutos y ya estas jodiendo—Un chico rubio con una cicatriz en su ojo izquierdo llego tratando de calmar al pelinegro.

—Cierra la boca Inui

Pude ver un cuchillo en la barra, por instinto al ver como el tipo se volvía a acerca a mí, lo tomé amenazándolo.

El azabache se asunto y comenzó a retroceder.

—Oye, oye, calma—El rubio trato de tranquilizarme mientras retrocedía.

—Qué mierda ¿querías herirme? —Le hablaba al moreno mientras colocaba peligrosamente el cuchillo en su dirección.

—No, no, era una broma

—Qué carajo sucede contigo ¿Cuál es tu puto problema?

—Baja ese cuchillo ¿Quieres? Era una broma—El azabache estaba rinconada entre la barra y el arma blanca que yo sostenía.

—¿Querías lastimarme? No tienes ni puta idea— Tome el cuchillo y me coste el brazo, el chico se asunto demasiado al igual que todos los presentes, el rubio me miraba preocupado y la sangre comenzaba a escurrir por mi brazo.

—¿Querías lastimarme? No tienes ni puta idea— Tome el cuchillo y me coste el brazo, el chico se asunto demasiado al igual que todos los presentes, el rubio me miraba preocupado y la sangre comenzaba a escurrir por mi brazo

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—Eres una puta loca—Sentencio el pelinegro.

Retrocedí unos pasos y comencé a caminar a la salida. Al salir de la casa el aire frio lleno mis pulmones y la adrenalina había bajado por lo cual el dolor por la herida comenzaba a sentirse. Además, caí en cuanta que no tenía manera de regresar a casa.

—Oye—Me giré y me encontré con el tipo rubio de hace unos momentos—Lo siento, esta ebrio y no sabe lo que dice ¿Estas bien?

—Si esto bien, creo que sabía que se pondría violento y no quería un pómulo roto o algo así.

—Sí creo que entiendo la lógica detrás de eso, pero eso fue una maldita locura, deberías tener más cuidado.

Mire al chico y sinceramente no sabía que pensar de él, era alto, lindo y no parecía ser un idiota como su amigo.

—Soy Seishu Inui—Me extendió la mano.

—Mashiro Matsuno—Tome su mano y lo salude.

—¿A dónde iras ahora?

—A casa, probablemente.

—¿Quieres que te lleve?

Lo dude un poco, pero al final acepte, era tarde, tenía una herida en el brazo, estaba drogada hasta el tope y no tenía manera de regresar.

El camino fue silencioso y frio, era de madrugada, había pocos autos y poca iluminación en las calles, los edificios se iban perdiendo en el camino. Inui manejaba despacio, haciéndome disfrutar el aire fresco, abrace su torso con mis manos y recargue mi cabeza en su espalda tenía un lindo aroma a menta. Sentí como reducía la velocidad y no había pasado suficiente tiempo para a ver llegado a mi casa, al alzar mi vista Inui se estaciono cerca de una farmacia.

Pintura Amarilla - Takashi MitsuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora