No recuerdo mucho de mi vida antes de él, solo que el mundo se movía rápido y mi cuerpo se movía lento.
Un día simplemente algo dejo de funcionar bien, mi mente divagaba en la nada y a veces olvidaba todo y me perdía en la neblina que mi cerebro generaba.
Mamá siempre trato de hacerme entender que mi enfermedad era un reto que solo se le presentaba a las personas fuerte. Me decía que mi cerebro funciona así.
Pues vaya forma de mierda en la que funcionas cerebro.
Algunas veces mi cuerpo y mente me hacían jugadas impredecibles a media partida y moría por unos instantes.
Mis ataques, se volvieron tan contantes, que al inicio las personas a mi alrededor se preocupaban, pero conforme iban sucediendo más constantemente comenzaron a tomarle menos importancia y a verlo como algo normal. El rechazo y abuso de mis compañeros como si fuera divertido mi estado de salud, hicieron que todo empeorara.
Cada segundo de cada día me encontraba intentando escapar de mi ansiedad y honestamente estoy en verdad cansada.
Y en cierto punto tomas una decisión. Sobre quien eres y lo que quieres.
Llegue aquí simplemente sin más, sin tener un mapa, una brújula o alguna idea del porque estaba aquí. Y sinceramente, sin nadie que pudiera darme un consejo.
Y sé que todo puede parecer triste, pero adivinen que. Yo no construí el sistema. Ni lo eché a perder.
Y luego paso ese momento donde tu respiración se desacelera y cada vez que respiras exhalas todo el oxígeno que tienes. Y todo se detiene.... Tu corazón, tus pulmones y finalmente tu cerebro. Todo lo que sientes, deseas y quieres olvidar; todo se detiene.
Recuero la primera vez que paso, estaba muy asustada y no entendía lo que pasaba, termine en emergencias, con el uniforme de la escuela y una cánula nasal pasándome oxígeno forzado a los pulmones. Mi intención nunca fue joderle a nadie su día, ni a mis profesores asustados sin saber que hacer o a mis compañeros que perdieron clases por mi culpa, ni mucho menos a mi madre preocupada por mí.
Esto fue algo que yo no provoque, así nací ¿Cierto mamá?
Con el tiempo comencé a anhelar esos segundos en la nada, en donde todo se detenía y me convertía en nada por unos segundos.
Pase gran parte del verano de mi segundo año de preparatoria en terapia. Mi madre y mi hermano fueron a recogerme el ultimo día.
Tan pronto crucé la puerta del hospital en donde estuve por dos meses sin ver el exterior, me sentí libre.
-Mashiro - Escuche la voz de mi hermano menor al otro lado de la pequeña y estrecha calle. Tan pronto me vió corrió hasta mi dándome un gran abrazo.
-Hola guapo - Me cargo y giró en el aire, yo despeine su alborotado cabello rubio.
-¿Cómo estás? - Me pregunto después de dejarme en el piso y examinar mi rostro con cuidado como si no quiera perderse ningún detalle.
-Estoy bien - Le sonreí un poco para tranquilizarlo - Te extrañé.
-Yo también tonta, parecer ser que creciste un poco -Me hizo una pequeña burla, pues era obvio que no había crecido ni 1 cm.
En ese momento mire al otro lado de la calle donde se encontraba mi madre parada junto al auto.
-Hola mamá - Ella solo me sonrió y me hizo un saludo con la mano.
De camino a casa el trayecto fue silencioso, Chifuyu y yo nos encontramos en la parte trasera del auto, mi brazo izquierdo estaba entrelazado con el de él y mi cabeza se encontraba recostada sobre su hombro mientras miraba el paisaje por la ventana del auto.
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Pintura Amarilla - Takashi Mitsuya
Fanfiction-Se que soy insoportable, egoísta y una causa perdida. La oscuridad dentro de mi es enorme. Se que tú también lo sabes.... Y aún así te quedaste conmigo. Así que gracias. Una adolescente que acaba de salir de rehabilitación; conoce a un delincuente...