Antes de leer:
Aclarar que el nombre "Daniel" es con pronunciación en inglés.
Espero les guste la historia, XOXOXO💗
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Voy saliendo de la Iglesia cuando la veo pasar. Va en su motocicleta, lleva el casco puesto, pero su silueta es imposible de olvidar, sé que es ella. Lleva unos jeans ajustados, que le quedan de infarto por cierto, su chaqueta rodea su torso como si fuera el bendito cielo, es tan benditamente perfecta.
Sé que no debe notar mi existencia, menos del lugar en que voy saliendo, sé que ella dejó de creer en Dios hace muchos años, cuando le arrebataron a su padre. Pero yo solo tengo ojos para ella y es imposible no notar su presencia por cada lugar y esquina que pasa.
A mi no me gusta tanto venir al templo, pero debo acompañar a mis padres y la verdad, no está tan mal. Tampoco es como que podría hacer otra cosa, solo tengo un amigo y suele estar cenando con su familia a esta hora. Mi amigo se llama Evan, somos amigos desde los 8 años, nos conocimos cuando él llegó al pueblo y no nos volvimos a separar.
Vivo con mis dos padres, mi madre es la alcaldesa y mi padre es un pequeño empresario, ambos son fundadores de la ciudad, de hecho, sus padres (mis abuelos) lo eran y ellos se conocieron en el consejo al que asistían sus padres por ser fundadores. Los fundadores siempre han mantenido cierto estatus y creencias, entre ellas la Iglesia, son todos muy creyentes, es por ello que me encuentro saliendo de aquí. A mi no me vuelve loco como a mis padres, pero si creo en Dios, además, si hay un mal, debe haber un bien también, ¿no?
Toda mi vida he vivido en el mismo vecindario, Brooklyn, sí ya sé, como el distrito de New York, sí, pero esto no es New York, es Poolcort.
Sigamos... Toda mi vida he tenido el mismo amigo, como les dije antes su nombre es Evan y llevo toda mi vida gustando de Megan. De pequeños jugábamos juntos y nos divertíamos en el césped de su patio, pero a un mes de que sucediera lo con su padre fue la última vez que pisé su casa, no he vuelto a ella, pero me encantaría.
Después de que sucedió lo de su padre Megan entró en un shock y jamás volvió a recordar a los que le rodeaban, parecía que todos habían desaparecido para ella, solo recordaba a su familia y al doloroso suceso. Lastima que su familia eran solo sus padres, que su padre murió y que no quiere ver a su madre, está sola ahora.
Siempre anda en su motocicleta, pareciera que siempre está más en ella que en su casa, la que ahora parece desolada y triste, y a pesar de que tiene unos bellos jardines, de todas formas parece nostálgica.
Bueno, volvamos a lo que ocurre en el presente...
Obviamente ella no debe haber notado mi existencia cuando ha pasado por aquí, ni siquiera puedo saber si ha mirado porque no se ve a través del casco, aunque dudo que lo haya hecho, no existo para ella.
Megan
Voy doblando la esquina cuando veo al chico, me observa atento y con grandes ojos, como si su vida dependiera de ello. Lleva un traje, digno de un chico pijo. Dos adultos le siguen la espalda, son sus padres, que me miran con desagrado cuando me ven pasar. Probablemente soy el tipo de chica que quieren lejos de su hijito. Cabrones.
—Daniel —escucho que su madre le llama, como si quisiera alejarlo de mi.
—¿Sí mamá? —Es lo último que logró escuchar antes de perderme en la esquina.
Voy de camino al bar de Kris, voy a por unas copas un rato y lo último que haré es dejar que miradas como las de esa señora me tiren abajo, no de lo que ya estoy por lo menos. Digamos que mi vida es un poco... nostálgica.
