Bleach: Coyote Starrk - Un Shinigami

Episodio 85

Episodio 85: El Espíritu y la Hacha

(El espíritu y el hacha: el nombre de Zanpakuto de Chojiro significa espíritu solemne, y el Zanpakuto sellado de Baraggan es un hacha)

Ikkaku sonrió, agarrando su Ryumon Hozukimaru con ambas manos. El samurái gigante estaba detrás de Sajin, ansioso por irse. El Tercer Asiento voló hacia él y Sajin lo atacó. Ikkaku giró en el aire y cortó al gigante en el hombro. La sangre salpicó del hombro de Sajin.

Ikkaku miró. "Eso es raro ..." Murmuró. "Corté al gigante, pero Sajin también se cortó ..." Sonrió. "¡Eso significa que puedo eliminarlos más fácilmente!" Mientras hablaba, un poco de energía roja comenzó a llenar el dragón que estaba grabado en su arma.

El gigante lo atacó e Ikkaku logró bloquear el golpe con su enorme arma. Envió a Ikkaku volando hacia atrás, pero evitó el ataque ileso. Sin embargo, su arma tenía una grieta. Madarame no pareció darse cuenta.

El Tercer Asiento se arrojó hacia el gigante, quien lo cortó. Ikkaku Flash se paró detrás de él y apuñaló el otro hombro del Bankai. Ahora ambos hombros de Sajin estaban cubiertos de sangre. Más energía llenó al dragón.

"Hado, número treinta y uno. Shakkaho." Sajin murmuró cuando una ráfaga de llamas se disparó contra el Tercer Asiento, que no tuvo tiempo de esquivarlo. Se preparó para bloquear con su Zanpakuto nuevamente, pero no lo lograría, la explosión venía demasiado rápido.

"¡Bakudo, número treinta y nueve, Enkosen!" Tetsuzaemon gritó, saltando frente al Bankai que empuñaba el tercer asiento. Extendió su Zanpakuto con una mano y extendió su otra mano cerca de la punta de la espada. Una energía amarilla brilló alrededor de la hoja, luego giró como un abanico y bloqueó la explosión de Sajin. La barrera de Iba fue destruida de inmediato, y Flash se alejó.

"¡FUERA DE MI CAMINO!" Rugió Ikkaku. "¡Puedo manejar esto yo mismo!"

A pesar de que Tetsuzaemon lo estaba ayudando, Ikkaku todavía se enojaba. Habría resultado gravemente herido o su Zanpakuto se habría roto aún más ... No es un idiota, definitivamente lo sabe. Entonces, ¿por qué ... por qué todavía le gritaba? Pensó Shunsui, mientras observaba la batalla.

El tercer asiento voló hacia Sajin y un flash se paró detrás de él. Cortó al samurái en la espalda y la espalda de Sajin rezumaba sangre. El dragón se llenó un poco más. El Capitán lo atacó una vez más, pero el Teniente logró esquivar el golpe nuevamente. Cargó y cortó la pierna del gigante, haciendo que tanto el Capitán como el gigante cayeran sobre una rodilla. El dragón estaba casi medio lleno.

Sajin rugió y lo atacó. Ikkaku bloqueó con la espada en su espalda, y esa parte de su arma también se rompió. Sonrió una vez más y cortó la garganta del samurái. Saltó hacia atrás y lo abofeteó en el aire.

Madarame se estrelló contra el suelo. Maldijo y se puso de pie. El gigante lo pisoteó. Ikkaku le apuntó con su arma, lo que hizo que golpeara la hoja. El dragón se iluminó un poco más, llenándose casi en un setenta y cinco por ciento. Sajin flotó hacia arriba, para no poner peso sobre su pierna herida, que resultó ser la misma pierna que Ikkaku cortó un momento antes.

El tercer asiento se rió mientras se ponía de pie. "Vas a perder esta batalla. ¡Pensé que un Capitán habría sido más fuerte que esto!" Su sonrisa se ensanchó, haciéndolo parecer un maníaco. Cargó contra él y lanzó una serie de cortes en el pecho del gigante. Saltó antes de que Sajin lo atacara de nuevo.