1: primer día de clases

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Llegué como de costumbre justo a tiempo, todo el mundo estaba ya sentado y en silencio, cosa que me incomodaba un poco. El profesor con un gesto de fastidio me hizo pasar, al Sr. Pool no le gustaba que sus estudiantes asistieran tarde a clase.

Era un viejo cascarrabias, que a mi parecer debía estar ya jubilado. Ponía problema por todo, un día incluso se quedó dormido en clase; recuerdo una ocasión en cual se lo recomendé y lo único que obtuve por respuesta fue:

- Ya sé que no me soportan y es esa la razón por la cual aún sigo trabajando en esta porquería de institución.

Luego Salió del salón dando un portazo.

- ¿Y ahora cuál es tu excusa?- me susurró Michelle cuando me senté.

- Mmm... ¿Demasiado tráfico?

Reímos, hasta que el Sr. Pool nos llamó la atención.

En eso nos dimos cuenta de una hilera de 5 personas de pie frente a la clase.

- Señoritas, caballeros, les presento a sus nuevos compañeros- anunció el Sr. Pool - Son: Stephanie, Sophia, Santiago, Melissa y Daniel.

Repasé sus gestos uno por uno. Stephanie: escrutaba con la mirada todo el salón con unos lindos ojos verdes y el cabello castaño claro, se quedó mirándome por dos segundos y luego apartó rápidamente su mirada de mí, era algo tímida.

Mi mirada calló en  Sophia, una chica gótica, vestida de pies a cabeza con negro, sus ojos del color de la miel estaban enmarcados por una larga y ancha capa de delineador  y sus labios pintados del mismo color, esto le daba un aspecto realmente amenazante. Ella observaba a Mike un chico del  salón que al igual que ella mantenía una estética gótica, lo observaba tan... escrupulosamente. "Ahí ocurrirá algo", pensé para mis adentros, en broma claro, sonreí ante tal idea.

Luego observé el chico a su lado, Santiago, su piel era de color, su cabello negro lucía un peinado afro, tenía una sonrisa un tanto nerviosa, vestía ropa deportiva y unos audífonos tipo diadema que acompañados de unas cadenas adornaban su cuello. Miraba nerviosamente hacia su derecha, en donde se encontraba Sophia. Le daba terror su apariencia.  

A su lado izquierdo se encontraba Melissa, una chica, que a decir verdad era muy atractiva, alta, tenía un hermoso cabello rubio lacio,  sus ojos de un verde esmeralda, lo único que opacaba esa belleza exterior eran sus ojos, a pesar de su lindo color, en ellos se reparaba en primer lugar: tristeza, que luego se convertía en amargura y al final en odio, algo en lo que cualquiera podría reparar si mirara con más detenimiento, teniendo en cuenta cada detalle, pero la mayoría se dejaría empapar por su belleza exterior, como supuse que siempre sucedía.

Pero el ultimo, Daniel, él era algo diferente, su cabello de color rubio oscuro le caía hasta la frente justo  por encima de sus hermosos ojos, azules como el cielo, profundos, serios y que para mí sorpresa no expresaban sentimiento alguno, sólo estaba allí  parado  frente  16 personas mirando hacia el vacío, a un punto fijo, me sorprendí analizando el hecho de que su mirada estaba lo bastante arriba para observar a una persona,  inclusive pensé en voltear y seguir su mirada pero me abstuve de hacerlo.

Mientras el Sr. Pool se presentaba, yo seguí observándolo, en mi mente solo estaba él, sus ojos profundos, cálidos pero, hechizantes, enigmáticos. Atraían mi atención como un imán,  seguí cavilando que pasaría por su mente, la razón de su seriedad. Un suave golpe en mi hombro detuvo mis pensamientos.

- ¿Y tú que miras? O más bien ¿A quién miras?- me dijo Michelle en voz baja con una mirada suspicaz.

Sólo negué con la cabeza, al voltear los 5 chicos nuevos ya no estaban ahí, cada uno estaba ubicado en su asiento, Daniel se sentó justo frente a mí,  Santiago a mi lado, Sophia junto a Michelle, las otras 2 chicas se encontraban  al otro extremo del aula.

- Les pediré el favor a algunos de ustedes que acompañen a uno de sus nuevos compañeros, y los apoyen para que su adaptación aquí les sea más sencilla, Stephanie, con Nathaly - dijo señalando a una de mis mejores amigas, y pidiéndole que se levantara-  Santiago, con Felipe, Melissa con Mike.

El  Sr. Pool le señalo a Mike, mientras Melissa colocaba los ojos en blanco. Y dijo:

- Pienso que no necesito ayuda. – dijo en tono arrogante.

- Está bien,- el Sr. Pool hizo una mala imitación de la expresión de la chica y continuó- Michelle usted acompañara a... Sophia.

Ella me miró con cara de terror, abriendo mucho los ojos, yo sabía que le tenía pánico a Mike por ser gótico, así que también le daría terror Sophia, ella no tenía una mirada pacífica  como Mike, al contrario, en la  suya  había  malicia y amargura.  Al parecer la chica gótica notó la expresión horrorizada de mi amiga, se acercó a ella y le susurró al oído:

- Serás mi nueva mascota...- y una sonrisa malévola cruzó su rostro, ahora sí daba miedo.

Michelle quedó pasmada, oí como tragaba saliva y advertí en como sus manos se movían frenéticamente a causa de los nervios.

-  ¿Señorita Ocampo?- nos interrumpió el Sr. Pool- Usted acompañará a Daniel,- cruzamos miradas por un segundo- ¿Le importaría?

- Claro que no- le respondí con un susurro.

EL SECRETO EN TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora