DÍA 3: KACCHAN NO

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*Katsudeku con parte +18 ligera*

A pesar de tener veinte años recién cumplidos y de ser universitario, Izuku Midoriya acababa de aceptar su homosexualidad. Nunca había sentido ningún tipo de interés sexual por las mujeres y aunque incluso comenzó a salir con una chica encantadora llamada Ochaco al final no salió bien. De hecho seguía siendo virgen.

Si se paraba a pensarlo detenidamente, en el instituto siempre se fijaba en el cuerpo de sus compañeros varones, aunque siempre lo asoció a admiración. Hasta cuando esas imágenes le provocaban una erección encontraba una explicación que le parecía suficientemente razonable como "Son las hormonas" o "Es una respuesta fisiológica del cuerpo ante cualquier estímulo". Pero no era así y finalmente lo reconocía. Debía agradecer por ello a uno de sus compañeros de la residencia universitaria en la que ahora vivía. Se llamaba Denki Kaminari y estaba saliendo desde hace un par de meses con otro chico: Eijiro Kirishima. Era la primera vez que Izuku se encontraba con alguien abiertamente gay, ya que su pueblo natal era bastante "conservador" y mil dudas surgieron en su mente. Pasó semanas haciendo diversas preguntas a su nuevo amigo e incluso apuntando alguna de las respuestas que este le daba en uno de sus muchos cuadernos. Debía admitir que Kaminari fue asombrosamente paciente con él. Tal vez sospechaba que verdaderamente necesitaba saber todo eso para aceptarse a sí mismo. Y así fue. Un día que el pequeño peli verde y la pareja fueron a tomar algo este salió oficialmente del armario.

Su vida no cambió demasiado después de eso, pero se sentía mucho más relajado. Incluso se había abierto una cuenta en una app de ligues y congenió rápidamente con otro chico. Se llamaba Kai y sus ojos lo hipnotizaron desde el momento en el que los vió retratados. Casi tuvo un microinfarto cuando hicieron Mach. Además parecía muy interesante. Era algo mayor que él, trabajaba investigando sobre la fabricación de diversos fármacos en un laboratorio cercano. Aún no habían tenido la oportunidad de encontrarse pero las conversaciones eran continuadas. Algunas hasta habían subido de tono, como la que estaban teniendo en ese momento. Kai le dijo que estaba deseando que llegaran sus días libres para ir a verlo y que pensaba hacerle de todo. Decía que de sólo imaginarlo se ponía duro e Izuku pudo comprobarlo en la foto que recibió. Se apreciaba parte de un trabajado cuerpo al descubierto, aunque sus ojos se desviaron inevitablemente a la notable erección encerrada en unos ajustados calzoncillos morados bajo cuyo elástico desaparecía la mano del fotografiado. Fue inevitable calentarse con tal imagen. El problema era que él también quería recibir una similar. El pecoso lo pensó mucho y finalmente decidió hacerlo. Abrió la cámara de su móvil para no arriesgarse a enviar alguna desastrosa por error y se hizo varios selfies intentando adoptar posturas provocadoras.

Tras unos minutos se decidió por una pose muy sencilla en la que únicamente se apreciaba su torso desnudo y sus vaqueros desabrochados. No se atrevía a nada más fuerte, al fin y al cabo no se conocían. Desde la galería seleccionó la imagen y la envió, pero cuando se metió de nuevo en la conversación no había constancia alguna de que lo hubiera hecho.

      - No, por favor, no - murmuró para sí mismo saliendo del chat para ver qué había sucedido exactamente con esa foto -. Mierda, no. No, no, no, no, ¡NO! No puede ser, Kacchan no.

Ese había sido el peor error de su vida. De todas las personas, ¿por qué había tenido que ser Kacchan? Vale que tenía ambos contactos seguidos en su agenda pero, ¿cómo podía tener tan mala suerte? Revisó de nuevo y comprobó que aún no la había visto. Bien, la borraría antes de que lo hiciera. Seleccionó el mensaje y le dio a "Eliminar" pero por presionar sin mirar con atención escogió "Solo para mí" en lugar de "Para todos".

      - Do'h…

Iba a morir... Quería morir. Era un inútil. Ahora entendía el por qué Kacchan siempre le llamaba Deku, al principio de forma cariñosa cuando eran amigos de niños y más adelante como forma de bullying en el instituto. Con todo lo que le había hecho pasar, cuando por fin creía que todo acabaría, coincidieron en la misma universidad y hasta en los mismos dormitorios. ¡Incluso se había vuelto el mejor amigo de Kirishima! Y encima le culpaba a él de todo eso, como si fuera un retorcido acosador. Pero lo peor de todo es que era incapaz de odiarlo. Nunca se permitía pensar en lo que verdaderamente sentía por él, pero podría definirlo como anhelo y temor.

Más de una vez había tenido que esquivar algún golpe que le lanzaba enojado cuando tropezaban en el campus o se cruzaban en las salas comunes porque "estaba jodidamente harto de ver su patética cara". No quería ni pensar en lo que le haría cuando viera esa foto. Alejó el movil y se metió en la cama envuelto en una manta y deseando desaparecer. iCómo si pudiera!

      - Abre, nerd de mierda - escuchó la voz de Katsuki al otro lado de la puerta. "Mierda, mierda, mierda" pensó ignorándolo. - Oe, Deku. Sé que estás ahí. Abre de un puta vez. - El de rizos verdes siguió pretendiendo no existir hasta que el rubio entró de golpe en su habitación - Estúpido idiota. Si Vas a evitarme al menos cierra con llave.
      - ¿Q-Qué quieres? - tartamudeó saliendo temeroso de su escondite.
      - ¿Ah? Tú sabes muy bien lo que quiero - contestó mostrando su teléfono.
      - E-Eso... Y-Yo... ¡Fue un accidente! Lo siento Kacchan, de verdad. E-Esa foto no era para tí. Me confundí al seleccionar el contacto. ¡Por favor, no me mates! - Tenía los ojos cerrados con fuerza pero al no recibir ningún golpe los abrió lentamente. Se veía enojado y, aunque no podía adivinar por qué, frustrado. Pero al mismo tiempo estaba tan tranquilo que resultaba inquietante. - ¿K-Kacchan?
      - Desnúdate.
      - ¿iQué!?
      - Que te desnudes.
      - Pero, ¿por qué?
      - No parecías tan tímido cuando te sacaste ese selfie, nerd. Ya que me he visto involucrado en tu error así sin más creo que merezco una recompensa, ¿no? ¿O prefieres que te dé una paliza?
      - ¡No! Ya voy. - Poco a poco se fue quitando la ropa mientras sentía cómo los brillantes ojos rojos del rubio lo escaneaban con detenimiento. Solo con esa mirada consiguió hacerle estremecer.
      - ¿En serio, Deku? ¿Ropa interior de All Might?
      - A mí me gusta...
      - Por eso eres un nerd. Ahora dime, ¿a quién enviabas esa foto? Y ni pienses en
mentir. Lo sabré.
      - Yo... Era para un chico que conocí en una app. - Estaba tan avergonzado que ni
siquiera pensó que estaba desvelando su sexualidad, aunque Katsuki no parecía
sorprendido.
      - Qué interesante. Así que íbais a tener un poco de diversión, ¿eh? ¿Ya estabas listo para tocarte, pequeño pervertido?
      - iNo era yo quien iba a hacerlo! - respondió sin pensar.
      - Oh... Ya veo. Así que él iba a masturbarse observando tu cuerpo. Bueno, ya que he recibido la foto en su lugar también cumpliré su parte.
      - ¿Su parte?

Bakugo no respondió pero se quitó la camiseta y bajó un poco el elástico de sus bermudas. Posteriormente, y sin dejar de mirar a Izuku en ningún momento, sacó su pene ya erecto y comenzó a masturbarse. El pecoso tragó fuertemente. No podía creer lo que estaba pasando: estaba viendo a Kacchan masturbarse justo frente a él. Era lo más excitante que había visto nunca y su cuerpo reaccionó naturalmente.

      - ¡Oi, nerd! Parece que a tu parte baja no le desagrada este castigo. ¿Debería ser un poco más duro?

Deku no podía hablar. Él también quería, no, necesitaba tocarse. Estaba tan duro que resultaba doloroso y el estímulo visual era demasiado. Llevó la mano a su miembro y lo agarró con firmeza, moviendo la muñeca repetitivamente hasta que el otro lo detuvo.

      - Esto no sería un castigo si te lo pusiera tan fácil, ¿no? - sonrió. Si quieres tocarte, chúpamela.

Quizás en otras circunstancias se habría quejado por el trato pero en ese momento no le podía dar más igual. Haría todo lo que él le ordenara. Se puso de rodillas y, nervioso por su inexperiencia pero muy excitado, lamió el pene de Katsuki para después introducirlo en su boca y mover la cabeza de arriba a abajo mientras se masturbaba. No sabía lo que estaba haciendo pero, por los gemidos que emitía el rubio y el rubor en sus mejillas, podía predecir que tardaría poco en venirse. Aceleró el movimiento de su muñeca y, quizás por disminuir la
atención de su boca, Kacchan sujetó su cabeza y embistió repetidamente a gran velocidad, llegando ambos al clímax al mismo tiempo.

Mientras se limpiaban y se vestían de nuevo, ninguno de los dos dijo nada pero entonces, justo cuando salía de la habitación, Katsuki le dio una "advertencia".

      - Ahora ya sabes lo que te espera si vuelvo a recibir alguna de esas fotos tuyas por error, Deku.
      - Lo tendré muy en cuenta, Kacchan.

ENTRE HÉROES 	Y VILLANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora