Jacob Black

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Sentía el cuerpo pesado, no se lograba mover. Poco a poco fue abriendo los ojos y se dio cuenta que estaba en una habitación con paredes blancas, el olor a limpio y desinfectante le hizo darse cuenta que estaba en un Hospital.
No pasaron muchos segundos cuando un hombre de cabellera rubia y ojos miel entró a la habitación.

–Veo que estás despierto– Nunca había visto al hombre frente a él pero la bata de Doctor le decía que era la persona que lo había atendido

–¿Q-qué pasó?– Él solo lograba recordar hasta el momento en que subió a su Jeep después que Scott lo expulsara de la Manada

–Tuviste un accidente, chocaste contra otro auto, el golpe hizo que una de tus costillas se fracturara y perforara tu pulmón izquierdo, un chico te encontró y te trajo hasta aquí

–Agradezco los detalles Doc– Tal vez estaba tumbado en una cama de Hospital pero no iba a dejar el sarcasmo por eso

–Veo que ya estás mucho mejor, llamaré a tu Padre para que pueda verte– El Doctor le dio una pequeña sonrisa y sin más dejó la habitación

Trataba de recordar lo que había pasado, con dificultad los recuerdos llegaron a su mente, el subir a su Jeep después de romper el lazo con la Manada, manejar bajo la lluvia a exceso de velocidad, un borrón de una persona saliendo del bosque y por último el choque. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta en qué momento su Padre llegó hasta que esté le habló.

–Stiles... ¿Cómo te sientes hijo?– Miró el rostro de su Padre, preocupación y angustia era lo que veía en sus ojos, se supone que él debería estar descansando en casa no atendiéndolo en un Hospital

–Como si un camión me hubiera pasado encima– Con dificultad puso una sonrisa en su rostro, sin embargo su Padre supo que esa sonrisa era falsa

–¿Por qué manejabas bajo la lluvia? El Doctor dijo que un chico te trajo, ¿Stiles qué hubiera pasado si no eras atendido a tiempo? Ya perdí a tu Madre, no puedo perderte a ti también– Su Padre estaba llorando, estaba llorando por su culpa, si el no hubiera...

–... Lo siento– No sabía que más decir, como pocas veces, se había quedado sin palabras

–¿Qué fue lo que pasó?– No quería decirle la verdad a su Padre pero ya no podía escapar más, apartó la mirada para que Noah no viera su rostro, no podía mirar a su Padre a la cara y contarle lo que había pasado

–Donovan... Él iba a matarte... Estaba en la escuela, el Jeep no funcionaba... Lo estaba arreglando, tenía la llave española en mi mano... Él... Él me llegó por detrás, sentí cómo sus dientes perforaban mi piel. Me liberé como pude, corrí a la Escuela... Llegué a la Biblioteca, no creí que lograra entrar, me persiguió entre los estantes, trate de subir a uno pero él... Él jalaba de mis piernas, no sabía qué hacer, no pensaba con claridad... Había, habían unos tubos arriba del estante, yo solo quería que me soltara... Jalé el seguro y después...

–Después qué Stiles, ¿qué pasó después?– Noah estaba tratando a su hijo con sumo cuidado, entendía a dónde iban las cosas pero también entendía que él solo se había defendido, jamás estuvo en el corazón del castaño matar a Donovan

–Uno de los tubos atravesó su pecho... Yo... Yo lo maté...– Stiles temblaba de solo recordarlo pero temblaba por el miedo de que su Padre pensara igual que Scott pero en cuanto sintió los brazos de Noah por fin pudo tranquilizarse

–Tu no tuviste la culpa, solo te defendiste, era tu vida o la de él y aunque sé que solo tratabas de escapar para que a ninguno de los dos les sucediera algo, en ocasiones las cosas no salen como planeamos. Se que esto sonará poco ético pero si me dan a elegir entre mi hijo y una Quimera sabes muy bien que te elegiré a ti

Sabes lo que tienes... Pero te da igual dejarlo ir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora