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Era la primera vez que lo escuchaba decir su nombre. Como tambien, era la primera vez que lo veía llorar.
El fantasma se encogió levemente en su lugar, queriendo poder retener sus lágrimas, ¿en realidad estaba ahí? Quizá ni siquiera era Kou..
──── ¿Estas. . Estas bien? ¿Hanako? ──── preguntó, ¿debería abrazarlo?, o, ¿tal vez sólo darle una palmadita?
Su contrario no respondió, pero guardó su “no, no estoy bien” y se atrevió a abrazar al rubio, quien, no sabia como reaccionar exactamente.
Apenas pasaron algunos segundos, los sollozos del misterio no se hicieron esperar más. El mismo, en esos momentos se sentía decepcionado de si mismo: El gran y honorable número siete, derramando lágrimas por un par de chicos que dejaron de ir a jugar con él. .
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──── Siento que me viera en ese estado, joven. . ──── comentó el ser, cruzado de brazos con pena.
Dejó gacha su cabeza. Sabia que el rubio lo miraba confundido, de hecho, llego a preguntar que ocurría con él, pregunta que solo ignoro.
Y ahora, es como si todo volviera al inicio. Todo silencio, reinaba la calma seguida de la incomodidad en el ambiente.
──── Hanako. . ──── llamó el oji-azul.
──── Estoy bien . ──── afirmo su contrario, simplemente suponiendo que repetiría su pregunta.
Mientras el único ser con vida lo miraba con preocupación.
──── Hanako . ──── llamó, otra vez.
El nombrado se limito a voltear a verlo, Kou noto el que, tenía ligeras marcas sobre sus mejillas: ni había llorado solo hoy, ¿Él. . Había llorado antes? ¿Por qué? ¿Por Yashiro? ¿Por ambos?, ahora que lo pensaba bien, hacia unas semanas siquiera le veían.
──── ¿Si? ──── respondió con falsedad el fantasma, mostrando una sonrisa, muy bien parecida a anteriores, pero. . no era igual, para nada.
Así que, era posible que en esta ocasión disculparse como solía hacer, no fuera suficiente. Con ello en mente se puso de pie de su asiento y se dirigió al espectro.
Para buena, o mala suerte, la chica se había marchado de la zona, por ello sabia que no entraría nadie a aquel baño, al menos, no en ese momento.
Estando ya justo a él, tomo asiento a su lado. En la ventana detrás podía ver como el sol comenzaba a ocultarse, hacia un buen rato la clases habían terminado, seguro Teru estará preocupado, el caso es que, aun no se quería ir.
──── Lo siento
Con eso dicho, se permitió brindarle un abrazo.
Y en secreto que, se guardaría para si mismo, estaba entusiasmado por poder tocarlo, casi podía sentir el corazón del fantasmal ser latir con gran fuerza por unos instantes, pero eso había sido su imaginación, ¿verdad?.
¿Verdad. . ?
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