HABITS (Kooktae) +18

CAPÍTULO OCHO

MARATÓN 3/3

-¿Te importa quedarte solo un rato? Debo hacer una llamada- 

Taehyung negó con la cabeza, y tan pronto Jungkook salió del auto y se alejó, Tae tomó su teléfono y tecleó unos números.

-¿Qué quieres Taehyung? estoy en medio de algo- al otro lado de la llamada, la respiración agitada de Seokjin.

-Se me ha declarado y oficialmente estamos saliendo- soltó al fin el pelinegro.

-Cuelga el maldito teléfono, ya tendrán tiempo para hablar de esas cosas- pronunció con dificultad RM a lo lejos.

-Disculpame Taehyung, pe-ro de-bo col-gaaaaaahhhhaaAAAr- 

Luego de eso, se escucharon esos sonidos tan característicos del sexo y de inmediato Tae colgó, definitivamente llamó en un muy mal momento, bueno, no se escuchaba tan malo.

Respiró hondo y luego se pasó ambas manos por su cara.

-Cambio de planes Taehyung, iremos a otra parte- Jungkook se metió en el auto y lo encendió, tan rápido como pudo, salió del estacionamiento del mall y condujo hacia la costa.

-¿Todo bien kookie? Pareces nervioso- 

El mayor asintió -Estoy perfectamente bien, es solo que debo darme prisa si quiero que las cosas salgan como planeé, mejor ponte el cinturón de seguridad-

De inmediato, Taehyung acató sus órdenes y se dedicó a mirar al frente, temiendo que por la velocidad a la que Jungkook conducía pudieran tener un accidente.

Al final, llegaron a la zona costera de Busan, ya era tarde, por lo que solo eran ellos dos. Jungkook apagó el auto y recargó su cabeza contra el volante.

-Tu puedes JK, tu puedes, tu puedes, fighting!- balbuceó Jungkook para sí mismo.

-Bajate Taehyung, caminemos un poco-

La pareja dió una larga caminata por la orilla del mar, alejandose del auto por un buen rato, cuando emprendieron su camino de regreso, Jungkook le quitó a Tae el pañuelo que llevaba en el cuello y se lo colocó en los ojos.

-Si piensas tirarme al mar o hacer algo estúpido vas a arrepentirte Jeon-

Jungkook se rió fuerte.

-¿Porqué haría una cosa así? Solo confía en mi y déjame guiarte a tu sorpresa- El hombre ató con fuerza el pañuelo, asegurandose de que no pudiera resbalarse en ningún momento.

-¿Sorpresa?- el tono de Tae delató emoción pura, el adoraba las sorpresas.

Conforme se acercaban, el joven pensó en un millón de posibilidades, sin embargo lo que vino a continuación sin duda no se lo esperaba.

-Mi amor, ¿recuerdas cuando esta tarde me dijiste que hubieras preferido una propuesta tradicional? Bueno, pues pensé en ello y he llegado a la conclusión de que te la mereces-

El corazón de Tae se estremeció junto con todos sus sentidos.

-Puedes quitarte la venda, Taehyung-