Mis ojos aún pesaban aquella mañana, el sol los había golpeado con fuerza exigiendo abrirlos pero yo no quería despertar, no quería pensar ni moverme, solo dormir, dormir y recordarlo todo, todo desde la partida de Optimus hacia el espacio decidido a encontrar a sus creadores y acabar con ellos por querer matarlos ellos a él, recordar la semana de felicidad y reencuentros posterior a ello y la inminente nueva despedida ante el reinicio de las redadas, recordar la huida junto a Bumblebee, Cade y el resto de los autobots... y recordar aquellas palabras:
Cásate conmigo-
Abrí los ojos lentamente con el recuerdo de su voz aún pronunciándolas, Bumblebee, él las dijo a la vez que mi cuerpo se estremecía ante su tacto, las dijo con todo el amor que su cuerpo humano podía albergar, y después me besó, como si los besos de toda una noche no hubiesen servido para aclarar lo mucho que me amaba, como si esas palabras no hubiesen sido suficientes.
- ¿Mmm?- Se movió de pronto para después abrir los ojos con cierta pereza, luego me miró con una sonrisa surcando su rostro- Buenos días- Me saludó con la voz aún ronca, mis mejillas se tornaron carmesí al instante- ¿Qué tal has dormido?
- Bien- Respondí con una sonrisa perezosa mientras apartaba con mi mano las hebras de su pelo rubio que tapaban parte de sus ojos, aquellos capaces de hacerme temblar con un solo vistazo rápido- ¿Y tú?- Pregunté imitando su sonrisa mientras mi mano caía en su pecho aún desnudo, él no tardó en sonreir.
- Jamás había dormido tan bien- Aseguró antes de darme un corto beso en los labios, de nuevo una sonrisa tonta cruzó mi rostro. Realmente podría haberme pasado así todo el día, con Bee a mi lado sin ninguna preocupación más la de que alguno de los chicos nos fuese a buscar para comer o para hacer alguna de sus estupideces, el rostro de Bee, por su parte, no parecía estar muy en desacuerdo con mi idea de pasar la mañana allí conmigo en aquella caravana destartalada que él y yo habíamos tardado horas en preparar para poder pasar juntos las noches, desgraciadamente aquel plan requería de algo que no teníamos, seguridad, seguridad de saber que al acabar el día nadie nos apuntaría con una pistola, o que tendríamos suficientes materiales para lo que sea que Cade estuviese inventando, o lo más importante, pese a tener suficiente para un mes la comida a estas alturas escaseaba cada vez más, lo que implicaba más riesgo a la hora de conseguir nueva, así que cuando la radio comenzó a pitar en señal de "vestíos y venid ya", ninguno lo reprochó. Al cabo de un rato llegamos a su taller.
- Quince minutos- Reprochó Cade cargando varias bolsas en el coche- Parece que alguien se lo pasó bien anoche- Bee y yo decidimos no responder a aquello.
- ¿Para qué son las bolsas?- Pregunté mientras le ayudaba a cargar con dos más- Esto son muchas granadas.
- Drift me ha informado de movimiento en la zona sur, iremos a ver qué ocurre y recogeremos piezas para reparar las armas- Informó antes de subir al coche- Nos vemos allí- Y dicho esto pisó a fondo el acelerador para salir de allí con rapidez, Bee y yo solo nos miramos mientras una leve carcajada salía de nuestros labios.
- ¿Y a este que le pasa?- Preguntó Bumblebee mientras se convertía nuevamente en coche y abría la puerta delantera.
- Se le habrá roto algo- Bromeé tras cerrar la puerta y ponerme el cinturón- Será mejor vigilar que no se desquite nuevamente lanzándole granadas a los de la TRF- Y dicho esto Bee pisó a fondo, no tardaríamos mucho en alcanzar a Cade y a lo que quisiera que estuviera buscando.
[...]
Tres cuartos de hora fue lo que nos llevó llegar hasta la zona indicada, alejada de la base de operaciones de la TRF pero no lo suficiente como para que sus centinelas deambularan por allí, fue entonces cuando sus gritos llegaron a nuestros oídos.