La visita guiada por aquel inmenso castillo pese a parecer que no acabaría nunca sin duda se ponía cada vez más interesante pues ¿Qué otro castillo poseía en su interior la mesa redonda original del Rey Arturo? Al parecer, ese.
- El castillo se construyó a su alrededor, todo esto, espadas, armaduras, todo perteneció a los doce caballeros que lucharon hasta el final por lo que creyeron justo, doce caballeros se sentaron aquí y, detrás, doce caballeros llegados desde el espacio.
- De Cybertrón- Murmuré.
- Exacto señorita Lennox- Felicitó Edmund con una sonrisa para posteriormente continuar con su relato- La leyenda decía que un día un último caballero sería elegido y la última batalla sería librada, y al parecer, señor Yaeger, usted es ese último caballero.
- Espere ¿Me está diciendo que alguien cruzó medio universo solo para encontrarme?- Preguntó Cade sorprendido.
- Oh por supuesto que no, no, nadie buscaría un caballero en un inventor fracasado.
- No soy un inventor fracasado- Se defendió Cade.
- Bueno, sí, no me refería a eso- Se excusó Edmund- Me refería a las cualidades de un caballero, señorita Wembly ¿Podría ilustrarnos?
- Las cualidades de un caballero son pureza de corazón, valor, honor, virtud e integridad- Enumeró una a una.
- Eso lo tengo- Aseguró Cade.
- Ah, y la más importante, casto- Terminó de decir Edmund.
- ¿Exhausto? Sí, tremendo viajecito nos han dado- Expresó Cade con desgana.
- Casto, c-a-s-t-o, casto- Reiteró Vivian, en eso Cade no hizo más que sentir una profunda incomodidad.
- Eso también lo tiene- Aseguré con una sonrisa.
- Oh- Dijeron ambos ingleses a la vez.
- En serio ¿Es acaso un insulto inglés que desconozco?- Preguntó Cade algo cansado de los tres.
- No, es tan solo... curiosidad- Vivian, sin duda, tenía buena rapidez mental a la hora de crear una buena excusa.
- Pues tal vez me estoy reservando- Se excusó Cade nueva mente.
- ¿Esperando a qué... a la vejez?
- Mira caya ya inglesita- Bramó Cade con notable molestia. Vivian no tuvo más opción que apartar la mirada para centrarse en la mesa que había frente a nosotros fingiendo que no le importaba el reconocer que se había pasado un poco.
- ¿Qué es esto?- Preguntó ella mirando la mesa.
- Esto...- Comencé a decir- ... proviene de Cybertrón ¿Verdad?- Le pregunté a Edmund, este asintió con una sonrisa en el rostro.
- ¿Cómo lo has sabido?- Me preguntó Vivian.
- Es... la energía, supongo, esta mesa tiene una potente carga espacial, al parecer esta cosa no la ha perdido aunque pase siglos aquí metida- Comenté acercándome aún más a esta- "Con tu último aliento, protege el báculo"- Leí en voz alta.
- Seglas Ni Tomntes- Pronunció Edmund- Sabes leerlo- Comentó asombrado.
- ¿A qué te refieres con "sabes leerlo"?- Pregunté intrigada.
- Porque ninguno de nosotros puede hacerlo- Intervino Cade acercándose a mí y señalando la mesa- Eso de ahí no son letras, o al menos no unas que nosotros entendamos.
- ¿A qué te referías con... energía?- Preguntó entonces Vivian.
- Oh, eso, fue un accidente años atrás- Empecé a explicar- Básicamente tengo energía transformer en mí.
- Eso es increíble.
- Lo es si quieres ver como todos tus seres queridos mueren y tú sigues aparentando veintiún años- Respondí de forma cortante y sin atreverme a hacer contacto visual. Cuando poco después la tensión acabó me atreví a preguntar: -¿De qué báculo está hablando?
- Del báculo del hechicero Merlín- Contestó Edmund.
- Eso es ridículo- Se limitó a responder Vivian hasta que sus palabras fueron calladas al instante en el que Cogman apareció he hizo que la mano de Vivian tocase el centro de la mesa, en ese momento las doce espadas sobre la mesa, aquellas que antaño pertenecieron a doce míticos caballeros, se elevaron en el aire uniendo sus puntas en el centro. Cuando Vivian apartó segundos más tarde la mano de la mesa las espadas cayeron, de la mesa salió un leve chispazo y mis ojos centellearon por casi un milisegundo.
- Ellos lo llamaban de una forma, nosotros de otra- Dijo Edmund- El báculo de Merlín, legado de una raza alienígena y fundido con su ADN para que solo él tuviese el poder de hacerlo funcionar, el poder alienígena, o como lo conocían en aquel tiempo, magia- Comentó- Él, o un familiar. Después rápidamente miró la mesa y, como un flash, llegaron a mi mente las imágenes de las espadas en el aire.
En eso tanto Cade como yo fijamos nuestros ojos en la mujer.
- Espere ¿Me está diciendo que tengo parentesco con el mago Merlín?- Preguntó atónita antes de que Cogman dejase frente a ella un libro bastante gordo con el árbol genealógico de Vivian al completo el cual, para dejarla sin palabras, comenzaba con aquel mago- Vaya.
- Impresionante ¿Verdad?- Afirmó Edmund- Solo usted sabe dónde está el cetro, su padre debió haberle dejado una pista, algo con lo que comenzar.
- ¿Seguro? Su mirada no es de "Sé donde está el cetro"- Aclaró Cade.
- Oiga, lo único que me dijo mi padre durante toda mi vida fue que saliese de su estudio.
- Dos mundos colisionan, solo uno sobrevive, usted misma lo dijo en la visita al museo que guió- Citó el anciano antes de enseñarnos una fotografía que acababa de entregarle Cogman- Esto es Cybertrón aproximándose a la Tierra y ustedes tres son los únicos que pueden hacer algo para evitar la extinción. Así que busque el cetro rápido, ahora- Ordenó Edmund antes de que el grito de alerta de Cogman nos pusiera alerta a todos.
- ¡Los de la MI6 y la FRT están aquí!- Gritó mientras corría.
- ¡Vamos, deprisa!- Exclamó Edmund guiándonos hacia una de las salidas traseras- ¿El coche señuelo está listo?- Le preguntó a Cogman mientras Bee se transformaba listo para sacarnos de allí.
- No se preocupen- Avisó Hot Rod- Mi arma les ralentizará el tiempo- Y dicho eso un cañonazo disparado de su pistola hizo que al impactar contra ellos se crease una burbuja que al parecer hizo que todo en su interior transcurriera de forma mucho más lenta.
- Quiero aprender a hacer eso- Comenté antes de que saliésemos de allí a toda mecha, con Bee iniciando el camino, con Edmund y Cogman en su coche señuelo y con Hot Rod al final del todo.
- ¿Qué hacemos ahora?- Preguntó Vivian algo asustada.
- Ir a tu casa y buscar la dichosa pista en el estudio de tu padre- Respondí con rapidez mientras observaba por el espejo retrovisor que, por suerte, no nos seguían- ¿Te parece bien?
- Perfecto- Aseguró con la misma rapidez con la que yo le había preguntado.
[...]
- ¿Habéis encontrado algo?- Pregunté a la vez que dejaba caer un libro de entre mis manos, habían pasado ya casi diez minutos en vano buscando una maldita pista sobre algo que tuviese relación con el báculo, pero nada, no había nada en especial que nos llamase la atención a ninguno, y mucho menos a Vivian. O al menos hasta que Cade comenzó a literalmente romperlo todo, estatuas, libros, barandas y prácticamente todo lo que encontraba a su paso, y bueno, aunque eso tampoco sirvió de nada al menos ayudó a Vivian a recordar algo, un libro escondido en un muy curioso compartimento secreto en cuyo interior se encontraba lo que necesitábamos.
- La respuesta siempre estuvo frente a mí- Musitó al ver como uno de los pliegues de un libro suyo que su padre le leía de pequeña mostraba la pista que estábamos buscando- Debemos ir al museo náutico.
- Pues más nos vale hacerlo rápido- Aseguró Cade mirando por la ventana- Ya están aquí.