Exilio

9

Temprano en la mañana, toda la familia Su se despertó, pero solo Su Qingbai, que había estado dando vueltas hasta la medianoche de anoche, todavía dormía. La familia fue muy considerada y no lo llamó.

En este momento, se siente aproximadamente como febrero. El campo todavía no estaba floreciendo. La familia no tenía nada más que hacer. Cuando las mujeres terminaron sus tareas domésticas, tomaron sus ropas y se sentaron en el patio a coser y remendar bajo el sol, que no estaba muy soleado.

Su Er-ge y Su Huai no tenían nada que hacer y jugaban al ajedrez en el patio. El ajedrez y el tablero de ajedrez fueron hechos por el mismo Su Huai en su tiempo libre, todos hechos de madera. Las piezas pulidas eran redondas y lisas, y eran pequeñas y hermosas en las manos.

Su Da-ge estaba sentada detrás de Su Er-ge. Este hijo suyo era un poco astuto pero mezquino. Es su segundo hermano excesivamente simple y honesto que no se puede comparar de ninguna manera.

Su Qingyang vio cómo su hijo jugaba con Su Qingtong. Cada vez que quería dar un consejo, se veía bloqueado por el dicho de su hijo: "Un verdadero caballero debe guardar silencio mientras ve una partida de ajedrez".

Su Lingchuan se sentó a la mesa de piedra en el patio, tejiendo una jaula para pollos.

No muy lejos, Madam Su no pudo evitar decir: "No hay gallinas en casa. ¿Para qué estás haciendo estas jaulas? "

En esta frontera, pocas personas crían ganado y, si lo hicieran, no criarían demasiado. Si guardaban demasiado, era probable que las tropas enemigas los robaran, que a menudo invaden la frontera.

Uno o dos estaría bien. Cuando llegara ese momento, podrían ocultarse fácilmente. Si hubiera demasiados cuando los bandidos llegaran repentinamente, tienen más trabajo del que pueden hacer durante un tiempo, entonces el ganado se les daría en vano a los bandidos.

El precio de la carne aquí era, por tanto, más alto que en otros lugares. Entonces, después de un cálculo cuidadoso, se demostró que la familia Su no había comido carne durante mucho tiempo.

Su Huai y Su Qingbai miraron a la oveja lechera en casa, esperando solo cuando dejara de producir leche, estarían listos para sacrificarla y comérsela.

Su Lingchuan en realidad estaba inactivo y no tenía nada que hacer. Dejó la mano de obra en sus manos. Incluso él no sabía de qué serviría.

De repente, una voz tierna vino de la habitación, "Ah ~~"

Su Lingchuan supo de inmediato que la pequeña cosa en la habitación debía haberse despertado.

Sí, Su Qingbai dio a luz a ese niño hace más de tres meses.

El corazón de Su Lingchuan se complicó mucho al hablar del niño. Cuando supo que Su Qingbai estaba embarazada, quiso azotar a ese mocoso hasta matarlo.

Pensó en su Familia Su con los principios de la familia recta, que era bien conocida en la capital. Después de tener a Su Qingbai, este pequeño bastardo, que no aprendió pero pasó todo el día en la casa de apuestas, había distorsionado los principios de su Familia Su, que aún podía dejarlo ir. Pero ahora se atrevió a engañar a los hombres.

Estaba realmente enojado. No había mirado bien a Su Qingbai durante mucho tiempo. Después de ver que la barriga de Su Qingbai crecía lentamente, su corazón respondió: ¿Crió un hijo o una hija?

El hijo menor jugó con un hombre e incluso concibió un niño en el cuerpo de un hombre.

Al principio, se alegraba de que, aunque su hijo salía, no jugaba con mujeres como los hijos y nietos de sus colegas. Pero ahora prefería que Su Qingbai fuera como esas personas.