Exilio

60

Al día siguiente, Su Qingbai se quedó en casa y no salió. La primera razón fue que estaba avergonzado. Si salía y se encontraba con alguien que lo conocía, temía causarle problemas a Jiang Mao. En segundo lugar, le daba vergüenza salir a la calle como un hombre adulto con una gran barriga.

En la Residencia Yue Wang, además de Jiang Mao, Su Qingbai y un grupo de guardaespaldas y pajes, había varias chicas, que eran las sirvientas superiores de Consort Lou. El consorte Lou llevó a varios al palacio, y ahora todavía quedaban algunos en la residencia.

Estas chicas se dedicaron a servir a Consort Lou. Una vez que Consort Lou estaba ausente, estaban inactivos, a menudo bebiendo en el patio y componiendo poemas como diversión.

Su Qingbai y Jiang Mao no estaban lejos.

"¿Por qué estás tan inactivo cuando regresas a la capital?" Su Qingbai jugueteó con los grillos en el frasco con la hierba vermicular. Siguiendo a Jiang Mao, escuchó la noticia y se enteró de que el emperador estaba muriendo y que varios príncipes estaban listos para moverse. Por eso tenía curiosidad. ¿Cómo podría Jiang Mao acompañarlo con calma todos los días?

Jiang Mao sonrió. "¿Dónde estoy inactivo? ¿No estoy ocupado acompañándote todo el día? "

"Sabes a lo que me refiero."

Jiang Mao se reafirmó. "Durante este período, la situación en la capital es tensa. No hacía mucho que había llegado a la capital. No subí para unirme a la diversión por temor a atraer la atención de las personas interesadas ". Como dijo, acarició el estómago de Su Qingbai. "Al menos después de dar a luz, puedo estar seguro de poder hacer otras cosas".

"Todavía es temprano para dar a luz". Tocó su estómago; todavía faltaban cuatro meses.

"No te preocupes, lo sé muy bien en mi corazón". Aunque no salió mucho en todo el día, eso no significaba que no hubiera hecho nada.

Aunque Jiang Mao se quedaba en casa con él casi todos los días y no prestaba atención a las cosas en la capital, había prometido hacer cosas para el Tercer Príncipe antes y mucha gente no sabía que la relación entre Jiang Mao y el Tercer Príncipe se había agrietado. Por lo tanto, mucha gente todavía lo visitaba todos los días.

Tomemos hoy, por ejemplo: mientras él y Su Qingbai competían contra los grillos juntos, el paje vino a informar: "Lord Wang, un Señor viene a verte".

Había tanta gente que había venido a verlo en estos días. Había gente del Tercer Príncipe e incluso del Quinto Príncipe y del Sexto Príncipe. Jiang Mao estaba realmente molesto. Saludó con la mano: "Solo di que no estoy aquí".

"Lord Wang, la persona dijo que es Wang Shouzhong de Yiliang".

"¿Wang Shouzhong?" Tan pronto como escuchó el nombre, Jiang Mao se sentó y su actitud cambió enormemente. "Ve e invítalo a pasar. Estaré allí más tarde".

Mientras el paje se alejaba, Su Qingbai le preguntó a Jiang Mao: "Wang Shouzhong, ¿quién es?"

"Cuando estaba en Cangzhou, los extranjeros invadieron mi territorio. No tenía muchos soldados en ese momento y él me ayudó. Es un buen hombre ". Jiang Mao se puso el abrigo y pellizcó la barbilla carnosa de Su Qingbai. "¿Qué tal si juegas solo primero y yo jugaré contigo más tarde?"

Su Qingbai asintió. "Adelante." El negocio adecuado era importante.

Después de que Jiang Mao se fue, Su Qingbai se aburrió y se fue al patio trasero.

Fuera de la puerta del patio trasero había una calle. Estaba lleno de ruido y emoción y vendió muchas cosas.

Su Qingbai abrió la puerta y compró mucha comida. Se sentó en la puerta, mirando y comiendo.