Exilio

81

Esa noche, al final del día, Jiang Mao no pudo hacer lo que quería. En primer lugar, Su Caicai tenía sueño, pero después de que entrara Jiang Fanfan, Su Caicai no podía dormir. Se apretó contra el pecho de Jiang Mao y se giró. Quién sabe por qué estaba dando vueltas y permaneció despierto.

Era tarde en la noche cuando los dos pequeños fueron convencidos de dormir, y Su Qingbai ya se había ido a dormir.

Jiang Mao abofeteó el trasero de Su Qingbai con ojos rojos y luego corrió a la habitación contigua para tomar la cuna de Jiang Fanfan.

A la mañana siguiente, la orina de Su Caicai despertó a Jiang Mao. Abrió los ojos aturdido. Su Caicai estaba acurrucado en sus brazos, profundamente dormido. Su mano incluso agarró la manga de Jiang Mao. Jiang Mao se levantó impotente, desnudó a Su Caicai y arrojó al chico liso a los brazos de Su Qingbai.

En el sueño, Su Qingbai estaba relleno con una almohada suave y cálida. Abrazó la almohada en sus brazos con las manos y los pies, la frotó con satisfacción y luego una gota de saliva salió volando por la comisura de su boca.

Jiang Mao miró a esta esposa descuidada y educada. De repente se sintió un poco disgustado. Levantó la mano y limpió la saliva en la comisura de la boca de Su Qingbai, pero Su Qingbai levantó la mano y la apartó con un manotazo.

Jiang Mao apretó los dientes, no pudo resistirse a meter la mano en la colcha y amasó el trasero de Su Qingbai.

Después de atormentar a alguien, era casi la hora de que Jiang Mao fuera a la Corte Imperial, por lo que no se acostó más y recogió su ropa antes de ponérsela.

Después de vestirse, se levantó de la cama. Cuando pasó junto a la cuna al lado de la cama, encontró que la persona en la cama se había despertado y lo estaba mirando con ojos negros como uvas; sin hacer ruido ni problemas por sí mismo.

Jiang Mao lo miró así y no pudo evitar levantar a la personita y besarlo.

Después de salir por la puerta, Jiang Mao cerró la puerta suavemente, se dio la vuelta y se fue, lleno de felicidad.

Su Qingbai no se despertó hasta después del amanecer. Cuando vio la suave Su Caicai en sus brazos, el corazón de Su Qingbai fue Moe . Inmediatamente se convirtió en un tío raro y atrajo a la personita a sus brazos y se frotó contra él.

Su Caicai probablemente no pudo soportar que lo frotaran, ya que Su Qingbai lo abrazó y frotó contra él, luego orinó.

Mientras sostenía al todavía atontado Su Caicai, Su Qingbai limpió su pequeño cuerpo e incluso limpió su pequeño trasero y su pajarito.

De repente, Su Caicai se despertó. Todavía era algo tímido y miraba a su alrededor confundido para desviar su atención. Sin engañar a los ojos de Jiang Fanfan, que miraban hacia arriba, Su Caicai, que era una persona con un fuerte sentido de vergüenza, se quejó y enterró la cabeza en la colcha, sin salir.

Su Qingbai fue testigo de esto, y simplemente lo sacó y habitualmente le dio una palmada ligera, con papa-ed en su pequeño trasero.

Su Caicai se sorprendió por los azotes. No le habían dado una palmada en mucho tiempo.

Jiang Fanfan lo vio a un lado. Quién sabe dónde lo golpeó, pero él, que de repente se mostró muy reservado, se rió.

Su Caicai no quería llorar al principio, pero cuando su hermano pequeño se rió, de repente se sintió ofendido y luego gritó.

Su Qingbai miró los dos bienes ; uno lloraba y el otro se reía, e inmediatamente le dio dolor de cabeza. Miró a Jiang Fanfan, impotente. A su hermano mayor no le agradaba mucho, e incluso se rió en ese momento.