BLOSSOM - chanbaek

1.

La universidad se veía increíblemente ridícula. Todo el edificio gritaba primavera, y aunque cuando era más joven todo aquello le había parecido hermoso ahora no le parecía más que una idiotez, en su defensa ya no tenía doce años así que ya no tenía las mismas ilusiones bobas de aquel entonces, a sus veinte años ahora era más realista y sabía que las flores, la brillantina, los lazos y carteles no eran más que una burbuja enceguecedora para su nueva realidad.

¡Bienvenidos sean niños y niñas al mundo exterior! Durante primavera era la única oportunidad que tenían los alfas y omegas de entre dieciocho y veinte años de relacionarse libremente, se daba inicio desde primer año, sus universidades estaban separadas y sólo por esos meses se les permitía a los mencionados charlar, andar juntos, y conocerse, ¿la razón? Porque era época de cortejo, por supuesto. Desde los quince años podía comenzarse con el cortejo, en realidad, pero no era hasta que uno se volvía mayor de edad que la gente se lo tomaba con más seriedad.

La intención de que estuvieran separados era proteger a ambos, claro, evitar que un omega, aún joven e inexperto se viera en problemas que lo superan, como lo es el celo y lo peligroso que podría ser tener uno en medio de un mar de alfas descontrolados, y así mismo ayudar a los alfas a lidiar con su propio carácter y dificultades, que salieran al mundo siendo seres racionales y controlados, sin temer por explotar constantemente.

Así que era únicamente durante esos meses que les permitían a ambas clases relacionarse con la intención de que: a) supieran actuar debidamente frente al otro, b) quizá tuvieran suerte y encontraran el famoso amor y c) quizá lo de mayor interés, ver si lograban crear un enlace -no necesariamente por amor- y por lo tanto deshacerse finalmente de los supresores y firmar un contrato de emparejamiento.

Cuando era un chiquillo de quince años había añorado por ese día, había visto a alfas y omegas relacionarse desde lo lejos, incluso había cruzado palabra con un par de alfas mayores que le sonrieron de más cuando se encontraron por accidente y se había hecho las estúpidas ilusiones de que cuando llegara su tiempo sería el más cortejado de la universidad, sería llenado de flores y cartas, y quien sabe qué más tonterías.

Sabía que había estado duramente influenciado por sus propios padres, su madre le había llenado la cabeza de cuentos, sobre como ella tuvo mil pretendientes, fue la omega más linda de su año y como su padre fue quien más destacó entre el mar de alfas, su padre, aunque era un poco serio al respecto le había dicho una vez que estaba bebiendo que cuando había visto a su madre supo que quería que ella fuera su lazo y la madre de sus hijos, y que no necesitó más para saber que iba a quedarse con ella.

Eso ya hace un tiempo, ahora tenía una idea diferente, primero se había sentido mal al darse cuenta de como su padre había sido realmente un superficial con su madre antes de conocerla de verdad y enamorarse, si es que lo estaba, como su único interés era porque waoh, es Bae Suji, la más guapa, y como su madre igualmente había acordado un enlace con él porque sus padres creían que de todos los pretendientes era la mejor opción para firmar un contrato, y porque además fue el único de todos los alfas que no intentaron sobre pasarse con ella ni le faltaron el respeto.

Viéndolo así era incluso deprimente, estaba agradecido porque la opinión popular había cambiado y ya no se creaban lazos forzosos por conveniencia económica en la mayoría de los casos, de hecho gracias a mucha batalla pública ya no se esperaba que uno saliera con un contrato como antes, pero, sí que había todavía un buen número de personas que quería hacer oficiales los vínculos sólo para deshacerse de los supresores y por razones tan ambiciosas como el dinero.

Pero no era todo eso la única razón de porque le parecía severa idiotez, la verdad era que BaekHyun a diferencia de muchos, sino que todos sus amigos omegas había roto el protocolo de conocer alfas muchísimo tiempo atrás.