BLOSSOM - chanbaek

4.

Los siguientes días fueron un total dolor. Se había negado a usar el neutralizador al principio, y su padre no había dicho nada, tan sólo alzó una ceja la primera vez que lo olió, pero no insistió con el tema. Pensó por un pequeño instante que quizá el hombre lo tomaría en serio si se oponía tanto a lo que quería, pero luego se dio cuenta de que en realidad se estaba burlando de él.

No dijo nada, porque no hubo necesidad. Mientras los días avanzaban, y la distancia con ChanYeol cada día crecía más se dio cuenta que el olor se estaba yendo por sí mismo, con cada ducha que se dio el olor se despegó de su cuerpo, la marca de aroma no era permanente, ChanYeol no lo había reclamado nunca, y era necesario que estuviera constantemente volviendo a impregnar el aroma o si no, tal como estaba sucediendo, se desvanecería.

Sus amigos preguntaron, por supuesto, pero no quiso responderle a ninguno. Cuando estaban tornándose molestos se llevó la sorpresa de que MinSeok abogó por él, diciéndoles que le dieran su espacio y privacidad. Se dio cuenta entonces que Kim ya sabía que había pasado, que las miradas que había cruzado con ChanYeol aquel día del incidente de la biblioteca tenían que ver con su situación actual. Él sabía lo que iba a pasar.

Inevitablemente se alejó de sus amigos. No quería pasar tiempo con ellos porque no tenía el ánimo para socializar, tampoco quería arruinarles los días con su mal humor, ellos no tenían porque pagar con su tristeza y enojo, sería egoísta estropearles el resto de la primavera cuando les estaba yendo tan bien.

Su padre lo dejó ser, hasta que días después declaró que era tiempo de que saliera con alguien nuevo, le dijo que había respetado su patético luto por la separación de ChanYeol tan sólo porque su madre se lo pidió, pero que ahora que ya estaban a unas semanas de entrar al mes de mayo, y por tanto el último de la primavera —por no mencionar que su cumpleaños sería pronto—, era tiempo de avanzar.

A pesar de que no aceptó supuso que su padre concordó con algún hijo de un amigo o socio el cortejo porque pronto comenzó a recibir regalos, sus amigos lo traían para él o directamente pasaba algún repartidor a dejárselo a clase. Solían ser flores. Siempre le llevaban pequeños ramos o pequeñas macetas, pero todas eran la misma especie: flores de cerezo. Siempre recibía flores de ese tipo en su cumpleaños, en cada fiesta que tuvo a partir de los dieciséis empezó a recibirlas, su abuela solía dárselas y decirle que cada año era más bello, no le pareció extraño que su padre asumiera que eran sus favoritas y le dijera al pretendiente que eso le gustaría. Los delicados pétalos rosados eran preciosos, tanto que incluso si quería estar enojado por recibirlo sin su permiso eran tan maravillosos que no podía botarlos.

Su madre fue la primera en comentar al respecto, parecía ilusionada cuando lo vio llegar a casa con las flores y el rostro un poco más alegre, ningún obsequio tenía nota, pero no le preocupaba el nombre, era el detalle en cuestión lo que le sacaba una sonrisa. Quizá si fuera alguien elegido por su padre, y aunque era probable que para esa persona no fuera más que un regalo fácil para ganarlo, se permitió adorar cada una de las flores.

Por eso la próxima vez que su padre le dijo que quería organizarle una cita en Dorsia con un alfa aceptó, para sorpresa ajena y propia.

Son HyunWoo era un alfa muy atractivo y amable. Era tan alto como ChanYeol, su cuerpo estaba bien construido, y a pesar de que se veía enorme y atemorizante a primera vista era adorable. Tenía un rostro irónicamente aniñado, cuando le sonrió fue incluso más lindo, sus ojos desaparecían cada vez que lo hacía y sus mejillas traían dulzura a sus facciones.

Así que le dio la oportunidad a la cita.

Lo que más agradeció fue que el chico era realmente agradable y amistoso, no forzó nada entre ellos, en ningún momento intentó sobre pasarse ni hablar de inmediato sobre el cortejo y contratos, eso fue lo último que se le pasó por la mente gracias a la alegre personalidad del alfa. Era bromista y le sacó muchas risas escandalosas a media cena.